En algunos casos, los $ 0,60 trepan a 75 en aquellos establecimientos en los que, además, se distribuye la copa de leche, y llega a 1 peso cuando también se cuenta con un aporte extra que llega de la Nación, más de medio millón de pesos que beneficia sólo a 1.069 instituciones, sobre un total de más de 3.800.
La cifra, de todos modos, está por debajo de los 1,20 pesos que otorga la Nación en la red de 70 comedores comunitarios que sostiene el Ministerio de Desarrollo Social en Paraná, y a los cuales asisten unas 10 mil personas. La consecuencia es la aparición de frecuentes desfases financieros en la administración diaria de los comedores por cuanto no siempre se logran cubrir las necesidades con los recursos con que se cuenta.
No sólo eso. La titular de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Marta Madoz, dice que además el dinero que hay está mal distribuido. “En las escuelas se reparte un fondo que manda la Nación de refuerzo nutricional pero se hace tomando como base el número de escuelas que en 1996 fueron beneficiadas con el Plan Social, y hoy la realidad es totalmente distinta. Y con la creación de las escuelas Intermedias se dio otra injusticia, porque los chicos de séptimo grado, que cuando estaban dentro del nivel primario, tenían el beneficio del comedor, al ingresar a una escuela secundaria, pierden ese beneficio, aún cuando sigan teniendo la misma necesidad. Y más grave es todavía en las escuelas nocturnas”.
Madoz sostuvo que si bien los casos de desnutrición saltan a la luz hoy —un relevamiento no oficial dice que hay 270 mil personas menores de 18 años en riesgo nutricional en Entre Ríos—, “en realidad, nosotros a esto lo venimos denunciando desde hace tiempo. Lo que se ve ahora en una escuela, pasa en muchas”. Aunque el impacto mayor se nota en la economía doméstica de las escuelas.
“Uno de los mayores costos que tenemos es la leche, ya que hoy una bolsa de 25 kilos de una de marca reconocida nos cuesta 208 pesos. En el caso de mi escuela, que tiene un comedor al que asisten 200 chicos, tenemos un gasto de más de 500 pesos al mes. Y por eso hay veces en que tenemos que dar hasta donde alcanza. La ventaja ahora es que conseguimos mejores precios en los mayoristas; otro camino es pedirle a los comercios chicos del barrio que nos aguanten de un mes para otro”, contó Adela Ramírez, directora de la Escuela Nº 99 Tabaré.
Pedro Cavagna, director de la Escuela Privada Nº 86 Nuestra Señora de Lourdes, apela a otras herramientas que le permiten llegar “bien” con la partida oficial que reciben: tienen dos padrinos, los alumnos del Instituto La Salle y el Rotary Club Paraná, que aportan dinero y mercadería para sostener el comedor. “Además, tenemos cuatro personas —tres Jefes de Hogar y una rentada por nosotros— que administran muy bien los recursos y elaboran todos los alimentos de manera artesanal, lo que nos permite ahorrar bastante”, señaló el docente.
Y aún cuando 154 de los 410 alumnos que tiene la escuela reciben asistencia alimentaria, los índices de desnutrición en la escuela son bastante notorios, dice Cavagna. “El último control que hicimos nos dio como resultado que sobre un total de 60 chicos analizados, 10 tenían algún grado de desnutrición. Pero hay que tener en cuenta que nuestros chicos vienen de zonas críticas”, indicó.
En realidad, el Estado provincial gasta al año una cifra de 28 millones de pesos para dar contención alimentaria a 140 mil personas que asisten a comedores escolares y también comunitarios. Así lo reveló ayer la ministra de Salud y Acción Social, Graciela López de Degani, al concurrir a la Escuela Nº 103 Raúl Záccaro para anunciar la puesta en funcionamiento de un comedor en ese establecimiento educativo.