Desde CEDESCO creemos que para entender la medida en cuestión es preciso comprender sus causas, entre las que se destaca la brecha cambiaria entre ambas monedas, aumentada a partir de los controles sobre la compraventa de dólares en nuestro país. Esta última medida, de suma utilidad para la macroeconomía argentina, trajo aparejada –como toda medida macroeconómica- innumerables efectos, entre ellos, un comercio clandestino de dólares en las zonas fronterizas que conllevó a apreciar aún más la moneda uruguaya en relación al peso argentino.
Este aumento en la brecha cambiaria, originado a partir de lo mentados controles, profundizó el déficit del comercio minorista, también llamado “informal”, de las ciudades fronterizas uruguayas, a favor de un superávit de comercio de las ciudades costeras argentinas.
En ese sentido, la medida dictada por la aduana uruguaya, ha sido tomada en el legítimo ejercicio de la soberanía política de nuestro hermano país. Seguramente desde la técnica política hubiere sido más conveniente aplicarla con anticipación, y de un modo gradual y progresivo, de manera que se hubiere posibilitado la reconversión de los comerciantes informales que trabajaban legítimamente a ambas orillas del río Uruguay. Por otro lado, este tipo de políticas proteccionistas parecen tomar mejor sentido cuando son acompañadas por un proceso de sustitución de importaciones, dado que de lo contrario la medida sólo consiste en favorecer a unos comerciantes formales, en detrimentos de otros comerciantes llamados “informales”, además del mínimo impacto en la recaudación que esta medida seguramente tendrá para el fisco uruguayo. Pero no es intención de esta nota de opinión inmiscuirse en asuntos que están bajo la órbita de la soberanía política de nuestro hermano país, sino, centrarnos en un tema binacional, el tema integración.
En CEDESCO creemos que para pensar y debatir sobre la integración con Salto, antes hay que tener en cuenta los modelo de integración existentes. Al respecto, y simplificando un poco, existen dos modelos básicos de integración. Uno, el modelo de integración espontánea, que tiene como motor de la integración al mercado, apoyado en las ventajas coyunturales de uno y otro sector de la economía para realizar transacciones internacionales. Y un segundo modelo, dirigido por el sector público, con base en la planificación estratégica, y en los intereses de las sociedades sujetas a la integración. Este último modelo no sólo crea un marco para la integración económica articulada, sino que además lo hace planificadamente, en función del interés del conjunto de las sociedades, y también incorpora aspectos educativos, científicos, culturales y sociales, que el mercado por si mismo desprecia, pero que en el mediano y largo plazo contribuyen a mejorar la calidad de vida de las sociedades integradas. Este modelo de integración es el que defendemos desde CEDESCO.
Creemos que nuestra ciudad aún debe darse este debate. La actual gestión municipal ha logrado poner en la agenda pública el proceso de integración, lo cual ha sido un paso muy importante. La experiencia de las ciudades fronterizas de Corrientes y Misiones con las ciudades Brasileras de los estados de Río Grande Do Sul y Paraná constituye un gran antecedente que no podemos dejar de tener en cuenta. En la mayoría de esas ciudades, el proceso de integración fue motivado por el desarrollo de la especulación comercial, que en determinadas épocas favorecía a unos, y en otras, a otros. Ese modelo de integración dejó como saldo, innumerables y enormes carteles en la vía pública, y una cultura netamente fenicia y especulativa que poco bien le ha hecho al desarrollo humano y social de sus habitantes, a ambos orillas del mismo río Uruguay.
Está de por medio la creación de un puente de paso vecinal, la creación de una aero-silla que comunique ambas orillas, proyectos educativos binacionales, como la licenciatura en turismo, existe la posibilidad de desarrollar un secundario binacional, concordia puede aprender muchísimo del desarrollo fruti-hortícola de Salto, y Salto puede aprender muchísimo de la industrialización de la madera que está teniendo nuestro departamento, también Concordia puede aprender muchísimo sobre el desarrollo vitivinícola de Salto, está la cuestión termas de por medio, existe la posibilidad de generar condiciones para que los desarrollos culturales de ambas ciudades se compartan y se facilite el intercambio, y así sobre muchos aspectos que enriquecerán a ambas ciudades.
En fin, desde CEDESCO creemos que hay que buscar soluciones alternativas para los comerciantes afectados que están pasando una difícil coyuntura, y fundamentalmente para los trabajadores de este tipo de comercio, sería interesante que la medida se aplicara en forma gradual y progresiva, pero fundamentalmente creemos que hay que aprovechar la puesta en agenda de la integración con Salto, poniéndonos a debatir y trabajar por una verdadera integración entre ambas ciudades, una integración que se sobreponga a los caprichos y banalidades cortoplacistas del mercado comercial, una integración que sea planificada por el sector público, y tenga como finalidad el mejoramiento de las condiciones de vida del conjunto de los salteños y concordienses.