Cuando le preguntan al comisario principal Jorge Tobar, integrante de la División de Inteligencia de la policía de Tucumán, que cree que pasó con Fernanda, el comisario es enfático. “Yo la detecté en Santiago del Estero e informé con precisión el lugar exacto. Se hicieron 19 allanamientos en la provincia, el último fue el sitio marcado. La vieron por los menos tres hombres, gente confiable, profesionales. Claro, resulta que hay un ahorcado que la habría asesinado ¿es que ahora se ven muertos? ¿Es tan difícil encontrar un cuerpo? Yo creo que no”.
El informe asegura que vender a una chica por 2 mil pesos, que es la cifra habitual que manejan los prostíbulos. Dos mil pesos es la cifra que se supone se pidió como rescate por Fernanda Aguirre, la niña de 13 desaparecida a principios de 2004, cuando todavía se creía que era un caso de secuestro extorsivo, consigna la información.
El comisario imbricó el destino de Fernanda al de la turista suiza Annagreth Wügler, desaparecida en Chilecito, La Rioja. La familia de Annagreth la busca en los prostíbulos de esa provincia.
Tolbar también relacionó al caso de la chica entrerriana con el de María de los Ángeles Verón, una joven secuestrada a cuadras de su casa en San Miguel de Tucumán por una banda con amplios contactos en el gobierno local.
–Comisario, ¿usted puede afirmar que las desapariciones de una turista suiza en La Rioja, de otra alemana en Bariloche –Nicola Henkler–, de Fernanda Aguirre y de Marita Verón están relacionadas?
–Sí, está probado que existe en el país un sistema de proxenetas que vende a chicas como si fueran ganado, las desplaza por el país y las explota. Nada de esto sería posible sin encubrimiento, respondió Tolbar.
El comisario asegura que las bandas no podrían operar sin una red que les garantice impunidad. “He tenido el orgullo de trabajar con Interpol España, y me he dado cuenta de lo que significa contar con los medios, el apoyo y la voluntad política para desbaratar estas bandas. Acá, en cambio, falta todo. Y eso que las conexiones de la red están probadas, al menos entre Tucumán, Córdoba, Santiago, La Rioja, Salta y Santa Cruz”.
Se supone que María de los Ángeles Verón ingresó en el circuito VIP de prostitución –especialidad de estas bandas– con el alias de Mariela. Una comisión “encubierta” la detectó, fingiendo interés en comprar una camioneta 4×4 a Raúl Pierri. “Es que distintos delitos están conectados –afirma el comisario Tobar–, en los prostíbulos se vende droga abiertamente y las mujeres pueden ser cambiadas por camionetas o por droga”, dijo el comisario.
El destino de Fernanda también puede ser el que corrieron 25 jóvenes que habían sido vendidas como ganado en pie a proxenetas de Vigo, Burgos y Bilbao; 19 de ellas eran tucumanas y muchas salieron de la zona de Chilecito, en La Rioja. La información reunida por Tobar en este último sentido permitió a Interpol rescatar a las chicas.