“Queremos honrar a quienes HOY continúan su lucha”

BORRADOR ACERCA DEL ACTO DEL 24 DE MARZO DE 2005
PLAZA 25 DE MAYO – CONCORDIA

Rememorar fechas «por tradición» hace tiempo nos parece una acción absolutamente estéril. Si bien nuestras acciones deben siempre reflejar genuinos sentimientos, es imprescindible que también sean la consecuencia de estrategias diseñadas para allanar el camino hacia objetivos concretos.

Por ello, esta evocación del vigésimo noveno aniversario del 24 de marzo de 1976, ha sido tomada emblemáticamente como un punto de referencia arbitrario de la profundización de la decadencia Argentina.

Sería mucho más complejo -y seguramente inconveniente- considerar un período histórico mucho más amplio a los fines de una sincera CONVOCATORIA A LA UNIDAD de los sectores populares, movimientos sociales, gremiales y políticos.

No se crece haciendo duelos históricos, por más dolorosos que sean los hechos. Se crece fortaleciendo el concepto de «proceso histórico» en todos y en cada uno de los aquí presentes, y a todos aquellos a quienes llegue este mensaje. Hoy, cualquier acto pasa a ser anecdótico, si no es con vista a una plural invitación al necesario reencuentro de muy diversos sectores en una lucha que hasta el momento ha sido lamentablemente inorgánica.

El concepto central que procuramos hacer llegar en este encuentro de voluntades, es que fue necesario instaurar una dictadura brutal para eliminar físicamente a los disidentes del sistema. Si no los asesinaban tarde o temprano se transformarían en los verdaderos representantes del pueblo resistiendo tenazmente el despiadado modelo económico que se proyectaba implementar, NO SOLO DURANTE LA DICTADURA MILITAR, sino en la continuidad pseudo democrática que perdura hasta el presente y cuya planificación hacia el futuro ya está confeccionada.

Compañeros: hoy no estamos en duelo, hoy estamos en lucha. Aspiramos honrar la dignidad de todo ser humano que lucha inclaudicablemente por sus derechos, simbolizada por 30.000 argentinos que perdieron sus vidas en su aspiración de construir un mundo más justo.

Pero, POR SOBRE TODO, queremos honrar a quienes HOY continúan su lucha, a quienes HOY no bajan sus dignísimas banderas, a quienes HOY no se venden al mejor postor, a pesar del pavoroso genocidio que se está cometiendo asesinando a mansalva por desnutrición, por falta de atención médica, por falta de medicamentos, por la absoluta inexistencia de justicia…

Los asesinos seriales que usurpan el gobierno haciéndose llamar representantes del pueblo, han dado acabadas pruebas que no se satisfacen con arrasar el presente. Hoy ya están ejecutando políticas para dar muerte al futuro. A tal fin combinan la degradación de la educación pública, con el marchitamiento del cerebro de millones de niños desnutridos desde el útero materno hasta la más tierna infancia, de las nuevas generaciones, y las por venir.

Este 24 de marzo de 2005, estamos presentes para gritar a los cuatro vientos que no nos han vencido, que a pesar de todas sus acciones genocidas NO HAN CONSEGUIDO ARREBATARNOS LA ESPERANZA. Queremos que sepan que somos absolutamente conscientes que la carnicería que se profundizó el 24 de marzo de 1976 SIGUE VIGENTE con la complicidad de las ensangrentadas manos de los hipócritas que hoy nos gobiernan desde su progresismo oral y su acción anal.

Sin inasistencias, cada 24 de marzo en los últimos 21 años, los gerentes de este sistema se han apropiado de las plazas públicas para hacer gala de su inconmensurable hipocresía, en supuesto duelo por la matanza ejecutada por asesinos que tratan de congelar en un pasado relativamente lejano.

Este 24 de marzo, una vez más, los funcionarios de gobierno que organizan y protagonizan actos a lo largo y ancho del país, persiguen el perverso fin de recordarnos anualmente que la lucha puede costarnos tortura y muerte. Rememorar el genocidio de nuestros compañeros, les es también funcional como operación distractiva, porque lo que menos desea esta casta de traidores es que centremos nuestros análisis sobre los horrores que realizan ellos en el presente.

No debemos, no podemos y no queremos tolerar tanta miseria humana NUNCA MÁS.

Este es el renovado NUNCA MÁS ante este nefasto proceso cívico-militar.

No hubo errores, no hubo excesos, son asesinos los funcionarios de todo este proceso.

Se les advirtió: ¡¡¡Que se vayan todos!!! Y ¡¡¡Se quedaron todos!!!. Ahora sólo queda ir por ellos. Cada día que transcurre hay más vidas y futuro en juego.

EL ÚNICO homenaje que podemos plasmar a los muertos de ayer y de hoy, es unificar la tarea de crear la herramienta política que permita al pueblo tomar el poder arrancando de él las manos de estos mafiosos genocidas.

Hoy, tenemos la inevitable necesidad de efectuar una profunda y sincera autocrítica popular luego de 21 años de democracia formal en los que no fuimos capaces de detener tanta injusticia y tanta entrega.

Que no nos contagie el enemigo. Que no nos siga tentando la hipocresía, que no nos siga tentando el egoísmo, que no nos siga tentando el sectarismo.

En caso contrario dentro de un tiempo, no muy lejano, serán los hipócritas sobrevivientes de siempre quienes realicen actos para festejar nuestra reiterada ceguera y falta de unidad.

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