Productores reclaman ayuda económica del gobierno nacional

Taylor, vio con buenos ojos “la presencia de la parte política” en el encuentro y que “los conocimientos sobre el problema se debieron a las gestiones de la Federación del Citrus que, ha pedido de las Asociaciones de Citricultores, solicitó el 23 de julio el certificado de emergencia nacional y provincial. Luego de que esta notificación llegó a la Provincia, arribó a la región personal de Paraná para efectuar el relevamiento de los daños”. A renglón seguido, precisó que los productores quieren algo más que la postergación de un impuesto, se requiere de una medida más contundente.

El jueves los productores se reunirán con el gobernador Jorge Busti en Puerto Yeruá, encuentro para el que están “siendo convocadas las entidades para llevar el petitorio y los fundamentos”, alegó Taylor.

Las pérdidas registradas “depende de las zonas; tiene que ver con altos y bajos, cercanías y no del Lago; hay gente que perdió muy buena cantidad y muchas de las variedades era lo que el productor ya tenía para exportar, que es muy distinto al destinado a la industria, que se la está juntando del suelo”, alegó.

Pero no solo se habla de frutas afectadas. “Lo que se mencionó -enfatizó Taylor- es que también las plantas están dañadas, lo cual quiere decir que, significativamente, la producción del año que viene, por lo menos, también se verá perjudicada”.

Por su parte, el diputado justicialista, Enrique Cresto, planteó que se debe tener en cuenta que “en Concordia tenemos 14.000 hectáreas y en Federación 28.000 hectáreas de plantaciones citrícolas que fueron afectadas durante las últimas heladas”.

El diputado Cresto solicitó a los productores que ellos también “efectúen una diferenciación entre el productor que trabaja con 500 hectáreas y exporta, y el que posee una pequeña unidad económica, de 20 hectáreas, ya que éste es el más afectado por situación. Por tal motivo, hay que diferenciar las distintas clases de productores, las hectáreas explotadas y entre los que trabajan para el mercado interno y los que exportan”.

El director de Producción Vegetal de la Provincia, Diego Noé, puntualizó que a través del encuentro se “tomó un poco más de conocimiento, se reafirmó algo de lo que se venía haciendo. La Dirección se puso al tanto el miércoles, a través de un pedido de la FeCiEr, así que, rápidamente, se movilizaron dos personas con base en Paraná, a los que se sumaron dos técnicos, uno con base en Concordia y otro en Chajarí, para hacer un relevamiento de los daños ocasionados por las heladas”.

Finalmente, el intendente de Los Charrúas, Daniel Chaparro, lamentó que intendentes del Departamento no pudieron asistir y que, de acuerdo a lo planteado en la reunión, “no podrían pasar más de 20 días sin recibir una ayuda económica que permita solventar los gastos por fertilización, de poda y para recuperar las quintas”.

Por tal motivo, “el jueves, al Gobernador, se le irá a exponer un problema con número (es decir, un subsidio) que permita ver de esta manera si Busti tiene prevista una solución inmediata o hacer un planteamiento al gobierno Nacional”.

En la mañana de ayer, varios fueron los camiones que ingresaron a Litoral Citrus con mercadería arruinada por las heladas, pero apta para su uso industrial para la realización de jugos.

“La mayoría es mandarina Malvasio, Ellendale y la Murcott, que es lo que más cayó y lo que queda en la planta está quemada, como la naranja Valencia”, precisó uno de los obreros.

La fruta que está ingresando a Litoral Citrus para su procesamiento proviene de la zona de las quintas y distintos empaques. En cuanto a la cantidad de ese empaque, el trabajador precisó: “un total de 6 equipos, de 28 toneladas cada uno”.

Obviamente que la utilización que se le está dando ahora “no compensa los valores” y que el valor que se estaría pagando por la fruta en estas condiciones será de “$ 80 la tonelada, que la verdad no se sabe si es poco o muy poco; en este país los precios de los combustibles, de la cura y del abono cambian todas las semanas”.

A todo esto, la productora María del Carmen Hoffman apuntó que “como es sabido, la temperatura en tierra fue de 8 grados bajo cero, lo que ocasionó una pérdida de entre un 60 y un 80 %. La fruta está en el piso y, realmente, da pena ver las quintas”.

Cuando se pensaba que este año se iba a revertir la situación, luego de reveses climáticos y económicos que los productores venían arrastrando “el tiempo” volvió a jugar en su contra, por lo tanto la fruta que estaba destinada a la exportación “se está vendiendo a las fábricas de jugo, donde lo que abonan no alcanza ni a salvar el costo de producción de un cajón, pero antes de dejarlo tirado en el piso no queda otra”.

Hoffman remarcó que los estragos en las plantaciones fueron consecuencias de “dos grandes heladas” y que “no solo el citricultor es el que quedó mal, porque no hay que olvidarse la mano de obra que esta actividad toma, la que ahora se ve también perjudicada, porque no se contratarán cosechadores, no se podrá podar, ni ralear”.

La actividad ahora se reduce a juntar la fruta del piso. “No le podés pagar lo mismo que si la cosecharas, porque a uno tampoco le abonan lo mismo; es todo una cadena” y que, “por el momento, se hizo eco el Gobierno provincial, así que esperemos que el Nacional también lo haga”.

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