“Nos sorprendió a todos este cambio repentino, no se que pensarán Uds. los periodistas pero para nosotros se venía trabajando bien”, dijeron en off de record algunos policías consultados por DIARIOJUNIO. Y agregaron “nos duele, pensábamos que estaba todo bien y, de repente, la novedad de este traslado”.
Esto claro, en la visión policial o de algún sector de esa fuerza. En rigor, durante la jefatura de Miño ocurrieron variadas denuncias sobre apremios ilegales ; el asesinato de Milton Esquivel, el bebé de apenas 9 meses alcanzado por una bala policial ; la desaparición sin rastros ni pistas de la niña de 9 años, Eva Flores y las redadas que semejaban un estado policial en los primeros días del lanzamiento de la Ley Seca, por solo señalar algunos de los hechos.
Es cierto también que nada de lo reprochable a este jefe no se les pueda reprochar a casi toda la policía entrerriana ni a quienes lo antecedieron en la jefatura.
Un funcionario judicial confió a DIARIOJUNIO que si a Concordia arribara algún organismo vinculado a los Derechos Humanos y viera lo que ocurre en la policía, sería un escándalo de dimensiones internacionales.