Aunque no lo dijo con todas las letras, deslizó, que el aparato del Partido Justicialista está a punto de triturar las expectativas de cambio generadas por el presidente Kirchner. Si aceptara presidir el partido “sería un error garrafal” pues la sociedad dejaría de identificar en él lo nuevo de la política. Y agregó “los aparatos son más poderosos que los líderes” terminan imponiendo su voluntad, “sucede con Busti y sucederá con Kirchner si no logra imponerse con sus propuestas de transformación”.
Consultado sobre lo que le genera el hecho de que cada vez que Carrió llega a Entre Ríos reivindica la experiencia del Nuevo Espacio, en contraposición al mutismo del presidente, su primer respuesta fue un largo silencio, luego, recompuesto, dijo que ambos son líderes del campo popular y que, de lo que se trata es de que no conspiren entre ellos y que, en cuanto a los problemas internos que pueden generarles ambas figuras dijo que está muy claro, desde el comienzo que la política nacional no debe influir en la construcción provincial, que esa es una premisa básica para subsistir.
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