Una polémica se instaló luego de que un ministro neuquino mostrara su malestar por el desembarco de entrerrianos en su provincia para trabajar en la cosecha de fruta.
En la otra vereda, el ministro de Gobierno entrerriano, Sergio Urribarri, dijo que se trata de una migración laboral que se da desde hace dos décadas, son entre 700 y 1.000 trabajadores cada enero, y cuyo traslado es costeado por el gobierno provincial y el nacional. “Es una figura contractual establecida en el convenio colectivo de trabajo”, dijo.
Además, aclaró que Entre Ríos “jamás envió trabajadores sin destino laboral fijo. Son mayores de 18 años que deben presentar un telegrama expedido por el productor neuquino que los contrató, o fotocopia del recibo por lo trabajado en años anteriores”, dijo.
