Los diputados de la red no quieren “reelección ni exclusión de la oposición”

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Una reforma constitucional puede permitir incorporar a nuestra carta magna un conjunto de derechos, mecanismos de garantía e institutos que posibiliten mejorar la calidad de vida de los entrerrianos. Pero ninguno de los que podamos proponer, como una Defensoría del Pueblo, un Consejo Provincial de la Mujer o la autonomía de las Municipios, tienen sentido ni utilidad si permitimos que el poder político del partido de gobierno se potencie desequilibradamente, distorsionando todo el funcionamiento democrático de la Provincia.
Los mecanismos de reelección indefinida que podrían introducirse si se modifica el artículo 120, nos pueden conducir a la triste situación de algunas provincias argentinas que se han convertido en feudos en manos de caudillos o dinastías eternizadas en el poder. Nada hay mejor para defender la democracia que asegurar la alternancia de partidos o de hombres en el ejercicio del poder. A nadie escapa que, en una situación donde gran parte de los habitantes se encuentran como rehenes de los mecanismos clientelares que arbitrariamente les pueden permitir o negar la supervivencia, el control permanente del aparato de Estado puede distorsionar e impedir el libre ejercicio de la ciudadanía.
Tanto o más grave es la pretensión de Busti de cambiar el sistema para elegir diputados, impidiendo que las minorías y las fuerzas políticas de oposición, aunque en conjunto, como ocurre hoy, expresen a la mayoría de los entrerrianos, tengan representación parlamentaria. Dividir la provincia en 28 territorios para que en cada uno resulte electo un diputado por la fuerza política que gana la elección es el más perverso mecanismo para distorsionar y estafar la voluntad popular. Este es el sistema que se usa para elegir senadores y que le permite al PJ con el 40% de los votos tener en la actualidad el 80% de los senadores. Así el voto de los justicialistas valió doble y el voto del resto no valió nada. ¿Por qué impedir que una fuerza política que obtiene el 15%, el 20% o el 30% de los votos tenga representación por el solo hecho de no ganar la elección? El sistema vigente asegura al triunfador el Gobierno de la Provincia y la mayoría de los Diputados ¿Por qué cambiarlo? ¿Por qué excluir las opiniones diferentes cuando el gobierno ya tiene asegurada la mayoría? ¿Se quiere acaso impedir hasta la posibilidad misma de un sistema de control parlamentario de los actos de gobierno?
Decir que el objetivo es terminar con la lista sábana es una mentira ridícula, ya que el voto uninominal se puede implementar, sin cambiar la Constitución, sin dividir la provincia y asegurando la representatividad de las voluntades políticas, tal cual lo tiene en vigencia la hermana República Federativa de Brasil.
Habilitar con el voto de las fuerzas opositoras una reforma que incluya el artículo 51 puede abrir el camino para que la voluntad hegemónica del Gobernador Busti ponga fin a la Democracia Representativa en Entre Ríos.
El diálogo político responsable y sensato es el mejor camino para que todos alcancemos un entendimiento. Pero ello presupone abandonar los intentos de forzar una reforma, escondiéndola tras una supuesta reforma política y un paquete de leyes de pomposo nombre y, por supuesto, significa descartar cualquier intento de pacto espurio para que algún sector de la oposición facilite con su voto las pretensiones hegemonistas del Gobernador de la Provincia.

Paraná 8 de Diciembre de 2004

Por la Mesa Provincial de la Red de Participación Popular:
Diego Fernández, José María Segura, Beatriz Arbasetti, Carlos Pastori, Rosa Brites, Lucy Grimalt, Raúl Combis, Miguel Benitez, Ramón Almeida, Luis Puchetta, Federico Soñez, Beatriz Huber, Mauro Marsilio

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