La policía entrerriana no sólo retrucó los dichos de Esther Torres, madre de Lencina, sino que no dudó en decir que si existen marcas en el cadáver, se hicieron post mortem, ya que en los informes de los peritos forenses se concluyó que no hubo lesiones externas ni internas.
“No nos hacemos responsables de lo que dice la familia de Lencina, porque es comprobable todas las lesiones post mortem. Nos quedamos con lo que informaron los peritos forenses en la autopsia que decía que el cuerpo no tenía ningún lesión”, dijo a EL DIARIO, un alto funcionario policial. En la misma postura, el responsable de la dirección de Homicidios, comisario Carlos Catena, dijo a La Nación, que la responsabilidad de la policía “termina con la entrega del cuerpo y el cuerpo no tenía nada de eso. Lo que la familia haya hecho después con el cadáver ya no es nuestra responsabilidad”.
Para el comisario, “si la familia quiere cortarlo, o hacer lo que quiera después de que se lo entregan, es un asunto de ellos”. De esa manera, la policía entrerriana deslindó sus responsabilidades sobre las denuncias efectuadas por la familia durante el velatorio de Miguel Angel. Ante la presencia de varios medios periodísticos, los familiares de Lencina mostraron un cuerpo con “heridas y quemaduras de cigarrillo en los pies”.
“Está perfectamente comprobado por los médicos forenses que el cuerpo de Lencina no tenía ninguna lesión. En esa autopsia participaron 12 veedores, entre ellos Gendarmería. Se filmó y fotografió y está claro, por lo que no saldremos a discutir con lo que dice la familia de Lencina”, dijo un integrante de la fuerza, quien aseguró que tanto a la plana mayor como a la Justicia “le tiene sin cuidado lo que dice la familia, porque la autopsia es clara”.
Rastrillajes infructuosos
Se efectuaron nuevos rastrillajes en varios sectores de San Benito y sus alrededores, sin resultado alguno. Por la mañana los policías buscaron pistas en la zona de los dos cementerios de la vecina localidad mientras que, al mediodía, se trasladaron y revisaron sectores que van desde la ranchería, donde viven los Lencina, hasta las vías del Ferrocarril hacia el Oeste.Por la tarde, los investigadores controlaron un amplio sector ubicado a unos 3 Kms. de San Benito y a la vera de la Ruta 12, porque, trascendió extraoficialmente, alguien se contactó con la gente de Homicidios recordando que aquel domingo 25 de julio —en momentos en que jugaban Argentina y Brasil por el Campeonato Sudamericano de Fútbol— vio a un hombre y a una chica caminando por el lugar. Como las veces anteriores la búsqueda, nuevamente, resultó infructuosa.
Una carta de Miguel Lencina
Ayer fue un día de más novedades en la investigación del secuestro de la niña sanbenitense ya que fuentes policiales y judiciales le confirmaron por la tarde que entre las pertenencias de la mujer de El Paraguayo Lencina, detenida y bajo estrecha vigilancia en la Unidad Penal 6 de nuestra ciudad, se encontró una carta del suicida donde le confirmaba su intención de quitarse la vida. La misiva ya está en poder del fiscal federal, Mario Silva, que la incorporó al expediente de la causa. Precisamente anoche, el fiscal estaba reunido en su despacho con los investigadores para determinar los pasos a seguir en el caso.
El funcionario judicial, también se supo ayer, procederá a indagar hoy nuevamente a Mirta Chávez con quién Lencina tenía dos hijos menores, también reconoció al primer hijo de la mujer, que tienen domicilio en San Martín de la Escobas, en las cercanías de Rosario.
Como se recordara entre las ropas de Lencina, cuando lo encontraron muerto en la seccional 5ª, se encontraron dos cartas en las que podía entrever claramente la existencia de un pacto suicida entre ambos. En una de ellas, la que recibió el 5 de agosto, la mujer le decía a su compañero que “estaba desesperada” y que “quería verlo por última vez antes de que él tomara esa decisión” y que “ella buscaría la forma de que se encontraran en el más allá”.
En la carta que le encontraron a la Chávez su compañero le manifestaba que no daba más por la situación que estaba atravesando y le pedida que se quedara tranquila porque “ yo voy a cuidar a los chicos desde el cielo” y le aseguraba que, a pesar de todo por lo que estaba pasando, la seguía amando intensamente.