La solución para la falta de agua son los medidores, señalan desde el municipio

Desde la comuna, se intenta obtener alguna entidad crediticia que ofrezca sus servicios. “Consiguiendo financiamiento, el municipio, con lo que Obras Sanitarias se ahorra en la producción de agua, paga las cuotas de los créditos de los medidores”, afirmó luego.
El intendente expreso que “èste es un problema que lo vamos a solucionar el día que podamos invertir la suma de seis millones de pesos que lo hemos gestionado ante la CAFESG y otros organismos provinciales y nacionales para la compra de 20.000 medidores «.
“Obras Sanitarias está en condiciones de hacerse cargo de la instalación. Aparte hay gente que se capacitó para colocar medidores”, añadió.
Cresto aseguró además que los usuarios deberán hacerse cargo del costo. “Por supuesto, lo pagarán en cuotas junto con el agua”.
La escasez de agua, para el titular del municipio, se debe a la falta de concientización de mucha gente. “¿Si se derrocha agua? Por supuesto, se derrocha totalmente. Cuando empieza a apretar el calor como en estos días, la gente derrocha agua”, dijo Cresto. En cambio, “el que tiene medidor no derrocha el agua”.
Cresto no puntualizó el o los sectores en donde se malgasta el agua. “En todos lados se derrocha. Se lavan camiones, autos, veredas. Se llenan piletas de lona y se riegan jardines”, explicó.
Los inspectores municipales “Eso es lo que se puede ver en la calle, pero internamente en las casas…” indicó el mandatario comunal, dejando traslucir que no se puede controlar todo.
Pero la problemática de la falta de agua se manifiesta donde hay menos presión
“En invierno no le falta agua a nadie. Hasta noviembre, mediados de diciembre, no le falta agua a nadie. Y a partir de mediados de febrero, marzo, tampoco falta agua. Sólo en casos muy puntuales, por problemas de cañerías, pero sino hay agua en todos lados”, agregó.

Sólo un 15 % de las conexiones posee medidor

Una nota publicada por un semanario gráfico publicada a fines de octubre del año pasado destacaba que a casi 20 años de la sanción de aquella ordenanza, sólo 5.000 domicilios poseen su medidor de 30.000 conexiones legales registradas, según datos de Obras Sanitarias. O sea, que sólo el 15 % de las viviendas poseen un medidor.
Una de las razones, explicaba en esa nota Daniel Benítez, encargado del área administrativa de la sección Medidores de Obras Sanitarias, es que la obligatoriedad “sólo rige para las conexiones nuevas”.
Miguel Morales, titular del área Medidores, aseguraba que lo ideal sería “que rija una cuestión de igualdad, de equidad para todo el mundo”. Pero contra esa concepción conspira “una gran falta de concientización de la parte dirigencial y política que no ve o no sabe dimensionar la problemática del agua a nivel mundial”, señalaba.
Los usuarios que poseen conexiones anteriores a la sanción de la ordenanza no están obligados a instalar un medidor. “Estaba contemplado en hacerse por etapas. Eso debía realizarlo la municipalidad. Pero siempre se la ha dejado de lado. Nunca se lo ha tomado con la seriedad que el tema requiere” señalaba el encargado del área.

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