"Lo que dicen es mentira, ellos me pidieron la renuncia y por supuesto que es electoral y política, porque es la mejor gestión que se hizo en deporte en Concordia", afirmó por su parte Marcelo Cresto en diálogo con DIARIOJUNIO y agregó: "Me están cobrando algo que yo no inicié (¿La candidatura?) Lo empezamos todos, pero terminé yo sólo", sugirió el precandidato a senador dejando todas las puertas abiertas para quien quiera entrar a averiguar. Y remarcó incluso que "tiene mensaje que así lo demuestran".
Lo cierto es que no cabía otra decisión para un secretario de su gestión que pone piedras en el camino en vez de allanarlo, que se postula en contra de la lista oficial, que provoca el vocerío de que "hace campaña con el dinero que es de todos", que además es primo hermano del que comanda el barco y encima, lo hace a pesar de haber sido advertido. No había otra, hay que renunciarlo, podría ser el razonamiento del otro lado.
Las cartas estaban echadas: En noviembre el intendente había advertido que "Con los fondos públicos de esta gestión no se va a financiar la campaña de ningún funcionario mío y menos de otro Cresto". Pero el familiar, en otra nota publicada también por este mismo medio el 25 de febrero del corriente, presentó batalla y retrucó la orden: "Independientemente de que tenemos muchas cosas para hacer juntos con Enrique y de que integro su espacio político, yo tengo mi propia agrupación y mis propias aspiraciones". (http://www.diariojunio.com.ar/noticia.php?noticia=93526) "Yo no hablé aún con Enrique sobre qué pasaría si no gano, pero es él quien tiene la lapicera y depende de él lo que quiera hacer", finalizó. Y así fue…Armando Gay obtuvo el triunfo con el 70 por ciento de los votos y "Enrique"(su primo) decidió.
Finalmente, está claro que el Partido Justicialista en general y el intendente Cresto en particular siguen luchando con internas que, por responsabilidad en este caso de los mismos actores, llegan incluso hasta el seno familiar. Y como cerecita del postre, lo irónico es como los primos Cresto acuden al agua cuando tienen que dejar en claro el lugar que ocupa cada uno: "Nos embarcamos entre todos, después me dejaron sólo en el medio de la tormenta y me terminaron de ejecutar cuando llegué al puerto", parafraseó el ex secretario de deporte abriendo conjeturas sobre cómo lanzó su precandidatura y olvidando que el que tiene los timones firmados en un cajón de su oficina dejó en claro ese 2 de noviembre que "El que conduce el barco soy yo".
