Hernán López Echagüe se solidarizó con periodista censurado de Federación

Carta Abierta al secretario de Turismo de la ciudad de Federación, Sr. Carlos Daniel Miller

Secretaría de Turismo
Federación
Provincia de Entre Ríos
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Estimado Sr. Carlos Daniel Miller

Le remito estas líneas con el propósito de hacerle saber mi estupor y desagrado frente a la arbitraria medida que días atrás aplicó contra Eduardo Martínez, periodista y ahora ex empleado del área que usted conduce.
Conozco a Martínez, de cuya seriedad y responsabilidad en el ejercicio del oficio periodístico no abrigo dudas. ¿Qué pecado ha cometido? Opinar, simplemente. Hacer uso de un derecho constitucional. Con el plausible añadido de que lo ha hecho con el coraje que comporta hacerlo en una ciudad donde todos los habitantes se conocen la cara.
En el artículo titulado «Fin de año sin cambios» («El Federaense», jueves 30 de diciembre de 2004), Martínez se limitó a reseñar de manera crítica la gestión del gobierno municipal durante el año que partió.
Si a juicio del poder comunal Martínez cayó en equívocos o conclusiones infundadas, lo correcto habría sido –como suele hacer todo funcionario cabal– manifestar públicamente el desacuerdo y subrayar los errores de apreciación del periodista.
No, muy otra ha sido la reacción del poder político: sancionarlo mediante el intempestivo traslado a una lóbrega oficina del cementerio local.
Cae de maduro que semejante medida no ha respondido a una necesidad o reacomodamiento de naturaleza administrativa. A lo largo de 12 años Martínez se ha desempeñado con inobjetable capacidad en el área que usted dirige. Por lo tanto, ¿qué conocimiento puede tener él acerca de difuntos, entierros o quehaceres funerarios? ¿Qué relación estrambótica han encontrado entre muerte y turismo? Suena a humor negro, pero el sitio escogido para confinarlo es simbólico: esconder un cuerpo molesto, pretender taparle la boca.
En su descargo, podrá argumentar usted que de modo alguno le ha prohibido a Martínez continuar diciendo e informando. Desde luego, nunca jamás podrá hacerlo porque, mal que le pese, la libertad de expresión es un derecho constitucional cuyo acotamiento no puede estar supeditado al arrebato de ningún funcionario.
Pero la censura, en democracia, muchas veces adquiere otros rostros. Por ejemplo, el de la presión, el de la advertencia embozada. ¿Cuál será el próximo destino de Martínez si, como descuento, prosigue ejerciendo el periodismo como cabe y corresponde, es decir, actuando a la manera de control ciudadano sobre los actos de gobierno? ¿Inspector de Aves?
También podrá argumentar que los traslados los resuelve el intendente, Manuel César Abreu. Pues bien: le ruego que le haga llegar copia de esta carta.
En la Argentina, felizmente, existen sindicatos de Prensa y organizaciones no gubernamentales que desde hace tiempo luchan en pos del derecho a informar y ser informado; derecho que, al parecer, muchos funcionarios suprimirían de buen grado. A esas entidades presentaré en estos días la correspondiente denuncia.
Suponía que los tiempos de oscurantismo, cuando las autoridades echaban mano de cualquier recurso con el excluyente objetivo de acallar o amedrentar voces, habían finalizado. Por lo visto, a los despachos de algunos funcionarios de la ciudad de Federación todavía no han llegado algunas buenas nuevas: desde diciembre de 1983, mal o bien, habitualmente a los tropezones, funciona un régimen democrático.
A la espera de que medite sobre la actitud que ha tomado, y, en consecuencia, vuelva sobre sus pasos y reintegre a Martínez en el puesto que bien desempeñó durante doce años, lo saludo respetuosamente.

13 de enero del año 2005

Hernán López Echagüe
Periodista, escritor
DNI: 12.076.405

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