Ghiano interpretó que el rotundo No del Congreso de la UCR a la reforma constitucional se debió a la “desconfianza que tiene la militancia y la dirigencia radical hacia la conducción partidaria”.
A su juicio, los congresales decidieron que “no se negocie con el gobierno el tema de la reforma porque hay una gran desconfianza en quienes ejercen la conducción del partido, es decir, en el presidente del bloque de diputados, y en las autoridades del Comité provincial”.