Ayer, el ministro de Gobierno, Sergio Urribarri, dijo en Colonia Avellaneda que “deberán ser los dirigentes de Agmer los encargados de explicar a la comunidad este ataque a la niñez, que significa dejar de dar clases cuando objetivamente no hay razones para semejante medida”.
“Los dirigentes de Agmer, que se autoproclaman progresistas y tolerantes tienen en realidad un sistema muy simple para discutir temas con el Gobierno: si no les dan lo que piden, mandan al paro”, dijo Urribarri.
Pero aseguró, sin embargo, que el aumento salarial ya anunciado, que se pactó en un acta acuerdo firmada el viernes de la que no fue parte Agmer, alcanzará a la totalidad de la docencia. “No queremos que las actitudes irracionales de un puñado de dirigentes perjudique a los docentes que quieren recibir una recomposición salarial y trabajar con tranquilidad”, añadió. “Nosotros podríamos haber especulado con este despiste de Agmer y retirar la oferta, hacer padecer a los maestros y echarle la culpa a los dirigentes. Pero no lo hicimos, el dinero está y queremos que vaya lo más rápido posible a los bolsillos de los trabajadores de la educación”, sostuvo.
Fuente: El Diario