“¿Es lo que piden los Entrerrianos?” se preguntó Rotman

A la luz de los acontecimientos definitivamente podemos decir que NO. El interés por reformar la Constitución está en los que viven de los privilegios de la política y ven en la reforma una oportunidad para continuar con esos privilegios.
En 1994 la dirigencia política en general, y Menem en particular, decían que a partir de la reforma de la Constitución la vida de los argentinos mejoraría en calidad institucional e íbamos a incorporar una serie de derechos para colocarnos a la altura de los países del primer mundo; no hace falta profundizar demasiado para darnos cuenta que, a la luz de los acontecimientos, lo único que interesaba era la reelección del presidente.
Es más, hoy la sociedad puede advertir que delante de la reforma se han paseado con total impunidad cometiendo los más variados atropellos que sería extenso y hasta vergonzoso mencionar.
Hoy, con los mismos argumentos, el gobierno provincial quiere reformar nuestra constitución.
O lo que es lo mismo, Menem es Busti.
Hoy, como ayer, no les interesa la vida de los Entrerrianos, sino perpetuarse en el poder. Para reformar la Constitución hay que cambiar de conductas.
Un gobierno que ha vuelto a cometer el error de dejar a trabajadores estatales en la calle, cuyo único pecado es no ser del partido del gobierno, o siendo del partido no están alineados con el gobernador o su entorno en una clara PERSECUCIÓN POLÍTICA. Pero hay más todavía, como la no entrega de viviendas legalmente adjudicadas por el gobierno anterior, con el fin de readjudicarlas a los amigos del poder. Para quienes vivimos en la Región del Salto Grande, que luchamos en su momento durante el gobierno peronista de Menem para que no se privatice la Represa, ( quién escribe fué co-autor y miembro fundador de la Comisión pro defensa de Salto Grande ), hoy vemos que el gobernador Busti ha negociado con el Gobierno Nacional, para reducir sensiblemente el monto de los excedentes que llegarán a la CAFESG, traicionando a todos los habitantes de ésta región, no cumpliendo además la ley dictada durante su gobierno, sobre la intangibilidad de estos fondos, como tampoco cumple con las cartas reversales firmada por el Pte. Peron en 1946, con la R. O. del Uruguay. Lo que no pudo hacer Menem con su secretario de energía Ing. Bastos en aquel momento, hoy lo hace el Gobernador Busti.
¿ Podemos dar el consentimiento a un proyecto de reforma constitucional a este gobierno que ni siquiera cumple con las leyes que ellos mismos hicieron anteriormente, intentando pasar los excedentes de Salto Grande , que son de nuestra región al tesoro provincial; que persigue ideológicamente a trabajadores del estado que ganan 300 pesos, quitándoles su contrato condenándolos al hambre a ellos y a sus hijos; o quitándoles la única posibilidad de tener una vivienda digna; o haciendo desaparecer lo única institución creíble de contralor como la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, echando a todos sus empleados – algunos con cerca de 30 años de antiguedad – que tuvieron la osadía de investigar actos de corrupción de su gobierno, creando en su lugar la oficina anticorrupción, a cargo de su abogada personal; que pretendió cerrar la matricula de la UADER, dejando sin posibilidad de estudios superiores a miles de jovenes entrerrianos; o pretendiendo eliminar las escuelas intermedias con un claro concepto economicista de la educación; que ha acallado buena parte de la prensa utilizando fondos de todos los entrerrianos; que no escatima medios para manejar un poder egemónico en la provincia como lo acontecido en las comunas de Conscripto Bernardi y Hasemkamps.
Para comenzar a discutir la reforma decididamente habrá que pensar en otras conductas. En ese caso, una vuelta por tribunales quizás sea una condición imprescindible.

Dr. Alberto Daniel Rotman

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