Doval sostuvo que atienden a puertas cerradas, como se denomina en la jerga ‘al paso’, ya que es imposible trabajar con sillas o mesas. Hasta noche trabajaron con esa modalidad ya que muchos turistas que vinieron al recital se acercaban a la costanera para conocerla y ver el lugar donde se iba a emplazar el escenario. Pero, desde esta mañana, todos los comerciantes cambiaron la forma de atender y venden sándwiches, panchos y gaseosas desde la vereda. “Cambiamos el menú a sándwiches, latas y todo lo que sea descartable. Todo medio rapidito porque no podés trabajar con mesa. Ahora es imposible”, indicó.
Pero, a su vez, recalcó que se ven muchos vendedores informales. “Hay gente que aprovechó esta oportunidad. Hay mucha gente y Dios quiera que vendan todo”, indicó. Hasta ayer eran personas de Concordia, pero desde hoy ven a «mucha gente de afuera con camionetas cargadas, todos con un aparataje. Son gente de afuera, pero, bueno, ya está», indicó.
“Es incontrolable. Yo hablaba con Tessani de Inspección General y dijo que me entendía, pero andan enloquecidos y no pueden hacer nada”, indicó. De cualquier manera, sostuvo que lo prioritario es que todo se pueda realizar de la manera más tranquila posible evitando cualquier choque. Y admitió que cualquier inconveniente podría provocar algún hecho que: “no nos gustaría tener”.
“Lo que hay que destacar es que es toda gente grande, gente de 30 y pico para arriba, Muy poquitos pibes. Es una banda de los 70 (en realidad se fundó en 1987)”, indicó. Si bien la expectativa de obtener una buena ganancia es mucha, lo cierto es que el tiempo tiene la carta decisiva. “Está dando que va a haber agua desde las dos de la tarde y eso frena mucho a la gente, la gente dispara y trata de ubicarse en algún lugar donde no mojarse porque está fresquito. Esperemos que salga todo bien”, añadió el comerciante.