Alejandro esperaba, junto a su madre, Carmen, en la parte externa de la Terminal de Ómnibus. Ambos viven en Federal pero viajan a Concordia a menudo. «Ya hemos venido varias veces a Concordia», indicó. «La Terminal ha mejorado un montón», reconoce. El joven señaló que antes estaba «más abandonada». La madre acota que «tenía menos cosas». En cambio, ahora «ha mejorado un montón». «Incluso la atención del buffet y de quienes trabajan en las boleterías», indicó Alejandro.
En cuanto a los sanitarios, el federaense sostuvo que el de varones está limpio. «Antes estaba un poco más descuidado», acotó. «Y el de mujeres también», señala su madre. Y, al igual que su hijo, señaló que antes estaba «un poco dejado». Y respecto del lugar, cree que están bien. «No está ni lejos ni cerca. Creo que están en un buen lugar. Para mí debería quedarse acá», admitió.
En los bancos ubicados cerca de las dársenas se encuentra Marisa. Viaja desde su Chajarí natal a Concordia una vez por semana ya que tiene una hermana con padecimientos de salud. «La Terminal está muy bien, linda, limpia. Lo principal es que está limpita, todo higiénico», remarcó. «Los sanitarios están muy limpios», indicó. En mayor o menor medida, otros pasajeros opinaron igual, sobretodo contrastando con la Terminal años antes.
Pero Norma, quien viaja martes y viernes desde Colonia Ayuí a estudiar en Concordia, dijo que de noche hay zonas poco iluminadas y a veces se producen inconvenientes en el sector externo del edificio como peleas entre personas que no son pasajeros sino que andan deambulando por la zona y se sientan allí. Además, sostuvo que a veces se producen robos de carteras o celulares.
En cuanto a los sanitarios, Norma sostuvo que a veces están limpios y a veces «más o menos», «Están rotos los baños, tenés que esperar que salga alguno y después entras», indicó. El problema es cuando están clausurados dos de los tres baños disponibles. «Queda uno solo y tenés que hacer cola. Se amontona la gente», remarcó.
Dentro del edificio, la mujer sostuvo que a veces está lleno la sala de espera. «No encontrás lugar para sentarte», dijo. Cuando llueve, «tenés que estar amontonado ahí adentro y, sino, en el pasillito de afuera», remarcó Norma.
Muchas dársenas, pocos baños
Darío Hojman, director de la Terminal de Ómnibus, destacó que la ampliación de dársenas que se realizó está dando buenos resultados. “El fin de semana largo tuvimos 56 colectivos de refuerzo sumados a los colectivos que están en pantalla. En Semana Santa desde el jueves hasta el lunes tuvimos 288 colectivos sumados a esos 56 de refuerzo, pero programados de tal manera que no hay amontonamiento. Cuando había seis andenes había que esperar”, remarco.
Hojman admitió que los sanitarios son solo tres para mujeres y tres para varones además de tres mingitorios. «Y uno para discapacidad». Además, hay un baño más para hombres y otros para damas en el buffet pero es para quienes consumen algo. «Algo suma y ayuda», dijo. pero dijo que hay momentos donde «colapsan». «Es decir ‘colapsan’ es una cosa de cinco o diez minutos hasta que se limpia», sostuvo. Hay personal de limpieza en forma permanente. «Se recorre para que esté en condiciones, pero hay veces que se nos escapa y eso hay que reconocerlo también pero no es problema de la limpieza», sostuvo. «Puede ser al mediodía que es el horario de llegada de varios colectivos. Y a la noche», añadió.
El director admite que son pocos los sanitarios disponibles. «Pero en este edificio es imposible hacer una reforma y ubicar otros. Es un tema para analizar pero no es un tema grave. No es que colapsa en forma definitiva», recalcó.
Respecto de la sala de espera, el director sostuvo que hay 100 asientos disponibles en el interior. Hay horarios en qué lugares sobran. Pero, entre las 23:30 y las 1 de la mañana, la sala está completa porque es el horario de salida de los coches más demandados. “Hay mucha gente y lo reconocemos”, indico. Hojman explico que muchas veces eso se debe a que viene la familia completa a despedir a un familiar. “Ni hablar lo que es un fin de semana largo que viene muchísima gente”, remarcó.
Cámaras por todo el edificio
En cuanto a la iluminación, el encargado destacó que el edificio se encuentra iluminado en toda la zona exterior con columnas de lámparas led. Además, recalcó que episodios de robo no han ocurrido en los últimos tiempos, excepto hace 15 días que se produjo un hurto de una valija a un viajero que fue esclarecido. “A veces dicen ‘me robaron una cartera en la zona de la Terminal’ pero ‘la zona de la Terminal’ es amplia”, señaló.
Hojman explicó que el caso de la valija le sucedió a un pasajero que estaba sentado al lado de una pareja que le pidió a una pareja que se la cuidase mientras iba al sanitario, Cuando volvió, la maleta no estaba. Pero, ayudados por las cámaras, la Policía supo rápidamente quienes habían tomado la valija: era la pareja sentada al lado. Además, ya los tenían identificados, por un incidente similar previo. A las tres cuadras fueron interceptados por las fuerzas de seguridad y la valija volvió a su propietario.
El director dijo que las cámaras los ayudan a visualizar a quienes no son pasajeros y están dando vueltas en la zona. A veces es gente común que necesita utilizar el baño y no se lo pueden negar a nadie porque es público. Y a veces puede ocurrir casos como el mencionado porque hay quienes están atentos a un descuido. Además, Hojman recalcó que hay personal policial las 24 horas y un libro de reclamos que lo lee personalmente todos los días a las siete de la mañana cuando comienza a trabajar.
Las reformas no terminaron. Se está proyectando cambiar los pisos. “Se hizo una prueba con una pintura de alto tránsito que no dio resultados, pero se está analizando que tipo de laja se va a utilizar porque la que tenemos a veces se desgrana por la gran cantidad de gente que pasa”, indicó. Por ejemplo, entre las 6.45 y las 7 de la mañana, muchos alumnos descienden de los colectivos por avenida Gerardo Yoya y atraviesan el hall central para ir al Colegio Nacional. “Ese piso tiene un gran desgaste”, remarcó.
La Terminal del futuro
Hojman reiteró que, con nueve dársenas, espacio para colectivos hay suficientes. Pero las comodidades para los pasajeros ya comienzan a escasear en determinados horarios. Por ello, señaló que se debe ir pensando en un nuevo edificio. No obstante, aclaró que se debe analizar muy bien donde debe ser ubicado y no hay que “salir corriendo” a construirlo.
Asimismo, destacó que entre 150 y 160 colectivos pasan por la Autovía 14 por día, pero no ingresan a la ciudad. Por ejemplo, la línea NSA que corre entre Paraguay y la Capital Federal no llega a la Terminal. Por otra parte, otras empresas, como Singer, dejaron la boletería y sus micros ya no pisan los andenes. El director opinó que, si se encara la construcción de un nuevo edificio, debe estar ubicado cercad de la Autovía 14. “Es la lógica”, señaló.
Obviamente, la pregunta que surge es como ir hasta el sitio donde se decida emplazarla. Hojman sostuvo que el actual edificio no va a cerrar, sino que debería seguir funcionando para los pasajeros que provienen de localidades aledañas como Los Charrúas, al Criolla, Puerto Yerúa, Colonia Ayuí o San Salvador. “Nunca se va a cerrar, se va a achicar el movimiento, podría achicarse el buffet o no va a estar. Van a haber otro tipo de oficinas”, indicó. En la planta alta, además de la Dirección de la Terminal están la Caja de Jubilaciones de la provincia y Saneamiento Ambiental.
Y para quienes deban tomar un micro a otras ciudades más lejanas se podría implementar un “transfer”. “Son colectivos chicos que te llevan desde acá hasta allá”, remarcó sin descartar que, lógicamente, puedan llegar a cobrar por ese servicio. Justamente, Hojman destacó que es una cuestión que quedará para debatir en un futuro cercano o lejano en el tiempo. “No sé si lo vamos a ver nosotros, pero es algo para ir analizando”, remarcó.
Informe: Guillermo Coduri
