El ataque fue perpetrado por, al menos, cuatro personas que actuaron encapuchadas y de manera certera, ya que solo le dispararon a “Petaco”. De acuerdo a las primeras informaciones, ingresaron al domicilio a los gritos: si bien él intentó hacerles frente, lo acribillaron con cinco balazos.
Barrientos era considerado uno de los principales líderes de la barra brava del club Patronato de Paraná y uno de los grandes jefes narco de Entre Ríos, por eso los investigadores sostienen como principal hipótesis que se trató de un ajuste de cuentas.
En diciembre del año pasado, “Petaco” había logrado la autorización para cumplir con una serie de salidas familiares. Había sido condenado en 2015, tras un acuerdo de juicio abreviado, por el crimen de Matías Giménez y Maximiliano Godoy.
Además de investigar el violento hecho y a los presuntos autores materiales e intelectuales del crimen, la Policía se encuentra en alerta máxima por la posible reacción del entorno de Barrientos.
Los posibles asesinos dejaron atrás fusiles de asalto y ropa en el lugar que se dieron a la fuga. Para el operativo el subdirector de Operaciones y Seguridad indicó dar inicio al operativo cerrojo en todos los puntos de la provincia con chalecos antibala.
De acuerdo a quienes trabajan en el tema, algunos de los siete sicarios que participaron del crimen de Barrientos podrían haber abordado una lancha que estaba esperando en Puerto Alvear, para salir hasta las costas de Coronda (en Santa Fe) y allí en una hora aproximadamente se llega a Rosario. Se entiende que de los 7, por lo menos 3 o 4 deben haber sido de Paraná, más aquellos que estuvieron en la logística de días o semanas previas al hecho, para no errarle en el día y la hora del hecho.
El jefe de la Departamental Diamante de la Policía, Marcelo Lell, detalló que en el lugar trabajó el personal de Homicidios y de Criminalística, a fin de recabar las pruebas del crimen e intentar precisar las características de los autores del asesinato y del vehículo en el que se movilizaban. Para ese fin inspeccionaban las grabaciones de las cámaras de vigilancia con que cuenta la casa. También se tomó el testimonio de la esposa de Barrientos, quien se encontraba en el momento del hecho y fue testigo directo de lo sucedido.
“Según los dichos de la mujer, reventaron la puerta e ingresaron haciéndose pasar por policías. Calculan que eran entre cuatro o cinco personas las que se hicieron presentes, aparentemente en una camioneta Toyota de color negro», expresó el funcionario en declaraciones a Canal 11. Luego se fueron por uno de los caminos laterales que tiene salida a las aldeas de la zona.