«Indudablemente las colas se dieron en las 400 oficinas del país. La Regional Litoral se compone de 10 oficinas en Entre Ríos, 30 en Santa Fe y en todas ha sido similar”, remarcó Guzmán y puntualizó en que «en Paraná se deben haber inscripto aproximadamente unas 500 personas en los primeros tres días, pero la afluencia de personas ha sido aun mayor porque muchos van a consultar a ver de qué se trata o si pueden estar inscriptos o no, y a veces obviamente no cumplen con los requisitos. Entonces siempre es mucho más la cantidad de gente que se ve haciendo fila que los beneficios que se generan”.
En el mismo contexto, el funcionario estimó que de esa cantidad de INSCRITOS “habrá un 30% que será aceptado” y aseguró el porcentaje es “bajo». Incluso «en medios nacionales se habla de porcentajes mucho más bajos de beneficiarios en función de la concurrencia”. Y aclaró: “hay que agregar las personas que se inscriben de forma virtual, cuyos datos no tenemos hoy a ciencia cierta pero que tienen un impacto en el programa”.
Mas adelante, Guzmán consideró que el programa es muy acotado: «en un principio se habló de que sería para 2 millones de argentinos, y hoy, por lo que pude ver en algunos medios nacionales, se habla de unas 800.000 personas que ya se habrían inscripto, lo que es un universo mucho más acotado que los 9 millones que en su momento cubrimos con el IFE”.
En declaraciones realizadas a la prensa, el funcionario señaló que “es indudable la gran necesidad de asistencia que existe en el país» y mencionó que “hay personas que recibieron los aportes de emergencia como el IFE y piensan también recibir este nuevo. Pero eso no es así porque está acotado a un universo de indigencia y de carencia absoluta, donde no se debe estar registrado laboralmente ni tener ningún plan, beneficio o aporte del Estado. Por eso el universo se reduce a esos 2 millones de personas”, detalló.
Ante ello, el titular de la oficina de Anses en Paraná consideró que “esta semana será intensa en afluencia de gente y seguramente la semana que viene irá decayendo. La necesidad indudablemente está superando ampliamente la generación del beneficio y la ayuda del Estado”.
En cuanto a los requisitos para acceder al beneficio, Guzmán confirmó que «uno de los ítems de incompatibilidad es tener obra social», y en otros casos «no acceden al beneficio por una situación patrimonial muy mínima, como tener una moto de menos de 10 años de antigüedad». La verdad es que «está pensando para un universo de personas carenciadas sin ningún beneficio ni ninguna posibilidad de acceden al sistema”, explicó.
Al respecto, opinó que “no está bien, el universo tendría que haberse extendido porque hoy por hoy no es parámetro ni tener obra social o tener una motito o tener algún beneficio. Pero sucede que había que hacer un corte y se optó por un universo de 2 millones de personas, en una Argentina donde casi llegamos a un 50% de pobres, es decir que estamos llegando de casi un 10% de los pobres que hay en el país”.
Por último, reflexionó: “Cuanto más datos tengamos más ajustado estaremos en el diagnóstico, pero Argentina hoy está pasando por una situación que supera ampliamente cualquier beneficio de emergencia que se puede dar. Siempre hablamos de una excepcionalidad que a nadie le gustaría hacer que es precisamente un bono de emergencia, un bono alimentario e indudablemente el trasfondo es que la estamos pasando muy mal como sociedad y el Estado tiene que salir a asistir rápidamente porque hay personas que no pueden subsistir”.
En ese contexto, dijo que “este esfuerzo lo deberían hacer todos los organismos del Estado, no solamente el nacional, y sucede que –en comparación con otras épocas- se ha dejado la ayuda o la asistencia social de parte del Estado provincial y municipal, y en cierta manera se han universalizado algunos programas del Anses y el municipio y la provincia ya no abordan de la misma manera que antes estos temas, lo cual se necesita”