Sabag Montiel permanece detenido y no tiene a ningún familiar o amigo que lo visite. De hecho, está vestido con la misma ropa que tenía puesta la noche del jueves pasado, cuando fue apresado por militantes que rodeaban a Cristina Kirchner. Tiene un ojo morado, porque le pegaron una trompada cuando lo detuvieron al tratar de huir del lugar.
Cuando se produjo su primera indagatoria, Sabag Montiel dijo que esos “guardias” o “seguridad” fueron quienes le pegaron. Cuando los funcionarios judiciales lo escucharon, le preguntaron si se refería a los hombres de la Policía Federal y el preso respondió de manera despectiva que aludía a los manifestantes que rodeaban a Cistina Kirchner como un cordón de seguridad.