Austin hizo las declaraciones dos días después de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijera en el lanzamiento de su candidatura a la reelección: «el Ejército está de nuestro lado».
El mandatario ha cuestionado públicamente el sistema electoral brasileño, e incluso dijo a unas decenas de embajadores a principios de este mes que cree que se debería llamar al Ejército para ayudar a garantizar la transparencia en las elecciones del 2 de octubre y el conteo de votos.
“Una disuasión creíble (ante amenazas exteriores) exige unas fuerzas militares y de seguridad preparadas, capaces y bajo un firme control civil», dijo Austin en el encuentro, y añadió: «Cuanto más profundizamos nuestras democracias, más profundizamos nuestra seguridad».
Austin, general retirado del ejército estadounidense, mantendrá el miércoles conversaciones bilaterales con las autoridades de Defensa de Brasil.
El gobierno de Estados Unidos sigue de cerca el desarrollo del proceso electoral brasileño y ha insistido con que su resultado debe ser respetado por todas las instituciones. El gobierno de Washington incluso sugirió que cortaría el apoyo financiero a las Fuerzas Armadas brasileñas si estas intervinieran en el resultado de las elecciones.