“El tiempo comienza a acotarse para las y los trabajadores y la paciencia también. Hay hartazgo y cansancio de contemplar la ausencia de medidas que sean en beneficio del pueblo. La opción es muy clara: o se está con el Mercado o con las y los trabajadores”, reclamaron.
“La precariedad del momento es tal que los sectores especuladores, alentados por los medios de comunicación hegemónicos y amparados por una Corte Suprema adicta y cómplice, buscan imperiosamente forzar una gran devaluación para terminar de consolidar su posición de poder vía la disparada inflacionaria, la elevación descontrolada del dólar ilegal y la negación a vender los granos acopiados para el vaciamiento de divisas del Banco Central”, manifestaron.
“Es muy notorio el clima destituyente que se observa, agravado en el contexto de un gobierno que se muestra mucho más sensible a las demandas del Mercado y del FMI que a las necesidades del pueblo. En este marco, cada conquista nuestra es vulnerable frente al aumento de los precios y la realidad desquiciada a la que somos sometidos y sometidas desde el poder económico”, remarcaron.
“Debemos prepararnos para afrontar tiempos más difíciles. La derecha apresura su programa hacia adelante, y se apresta para llevarse puesto nuestros derechos, vía reforma del sistema previsional, eliminación de nuestros estatutos, recortes presupuestarios, privatización de la salud y la educación, y mayor precarización laboral; por lo que nos debe encontrar a todas y todos unidos y fortalecidos como clase trabajadora, en defensa de las conquistas obtenidas a lo largo de la historia del movimiento obrero”, sostuvieron.
“Estamos transitando uno de los momentos más duros, difíciles y riesgosos en la historia nacional. Nuestro país recibe los cimbronazos de la crisis en la que están las grandes potencias. La globalización capitalista socializa las pérdidas en la periferia y condena a mayor pobreza a sociedades como la nuestra. Sin embargo, en nuestro caso, la crisis no podemos adjudicársela exclusivamente al drama externo. Las y los argentinos estamos en un proceso de pérdida constante de nuestro poder adquisitivo, que no es de ahora sino que viene de años, y venimos bancando sobre nuestras espaldas los costos de un drama económico no orquestado, organizado ni ejecutado por ninguno de nosotros y nosotras”, señalaron.
“Lejos de ello, durante el ciclo neoliberal que contrajo en forma ilegal el mayor endeudamiento externo que conocen las naciones, que hundió al país y ató el destino amargo por el que pasarán varias generaciones, pretenden que lo paguemos las y los trabajadores con ajustes y salarios diezmados”, expresaron.
“Paradójicamente, los que nos llevaron a esta situación, fugando además las divisas al exterior, andan libremente y se pasean por los medios de comunicación cómplices”, indicaron.
“Sumado al endeudamiento, nuestro pueblo tuvo que hacerse cargo de resistir el avance de la pandemia. Fuimos las y los trabadores quienes pusimos el cuerpo nuevamente, sosteniendo y garantizando la educación, estando en la primera línea en los hospitales y centros de salud, aportando insumos y manteniendo los comedores y merenderos. Y mientras el pueblo sufría y resistía, otros especulaban disparando los precios de los alimentos o negándose a socializar apenas una parte de sus enormes ganancias en beneficio de los que más sufrían. Tanto las empresas alimenticias como los demás sectores concentrados multiplicaron sus ganancias en medio de la pandemia, mientras nosotras y nosotros veíamos como se disparaba el precio de la canasta básica”, manifestaron.
“Debimos soportar, además, el refinanciamiento firmado con el FMI, endeudamiento claramente ilegal, sin antes haber sido auditada la deuda original. Las nefastas consecuencias las conocemos todas y todos: más ajuste a las y los trabajadores, salarios más empobrecidos y aumento de la indigencia”, recalcaron.