Más presión sobre la economía: ventas de soja casi estancadas por aumento de brecha cambiaria

Hasta el 13 de julio pasado quedaban venderse 22,9 millones de toneladas de soja, valuadas en alrededor de u$s 12.900 millones a precio de exportación, y durante esa semana se comercializaron apenas 480.000 toneladas. En tanto, en los últimos días, según fuentes del sector, las ventas del poroto “se congelaron”. Más aún ante los rumores de que el Gobierno estaría trabajando en un desdoblamiento cambiario o una quita de retenciones.

Lo cierto, es que fuentes oficiales del Gobierno, aseguraron a Ámbito que en este momento «no se evalúa ninguna medida que implique mejorar el tipo de cambio para el agro» y afirmaron que los rumores surgidos en la jornada son «parte de una especulación tendiente a forzar el mercado de cambio restringiendo la oferta de divisas».

Más allá de los rumores, en el campo explican que actualmente el denominado “dólar soja” es el más bajo del mercado. Es que al dólar mayorista el Gobierno le descuenta 33% de retenciones y por ende el productor obtiene $ 85 por dólar, mientras que el CCL ya cotiza muy por arriba de los $ 300. Una brecha que no solo desincentiva las decisiones de venta de soja sino que también complica las proyecciones e inversiones de los productores agropecuarios que conviven en una economía inflacionaria y con insumos, principalmente los fertilizantes, con valores en alza.

En este contexto, fueron las propias empresas agroexportadoras las que plantearon la necesidad de que el Gobierno busque algún tipo de mecanismo para que los productores vendan la soja que tienen en sus silos y que hoy es su único refugio de valor. Una posibilidad era una baja sustancial -de más 10 puntos- de las retenciones al poroto y sus derivados, pero esa medida no habría sido avalada por el equipo económico de Alberto Fernández.

Como antecedente, en octubre de 2020 el exministro de Economía Martín Guzmán, implementó una baja temporal y escalonada de tres puntos de los derechos de exportación de la soja, con el objetivo que los productores liquidaran la cosecha que todavía guardaban en sus silos. La medida no tuvo el efecto esperado e incluso durante esos tres meses no movió la aguja en el ingreso de divisas. En ese marco, los productores explicaban que una baja tan acotada del tributo no cambiaba para nada su ecuación.

En este año, una vez más, las ventas de la oleaginosa pasaron a estar en primera plana ante la necesidad del Gobierno de contar con más dólares, mientras los tipos de cambio paralelos parecen no encontrar techo y la administración nacional afronta además fuertes compromisos de pago por importación de energía. En este marco, desde la entidad del campo CRA detallan: “Se comenta la supuesta retención de granos de soja por parte de los productores. Si bien trasciende que se estudiarían desde algunos ámbitos gubernamentales estímulos -transitorios, que no sirven- para una mayor liquidación de granos, parece que no se entiende el problema de fondo. Ante todo, los productores actúan como cualquier ciudadano o empresario. Ante la creciente incertidumbre, ahorran, y su manera de ahorrar es escalonar la venta de granos de cada cosecha. Esta actitud no sólo implica ahorrar, sino que es habitual, por un tema de distribución a lo largo de los meses de los ingresos destinados a consumo, no siendo especulación de ninguna manera”.

Así las cosas, mientras el Gobierno busca frenar la escalada de los dólares alternativos, desde el campo avisan que medidas “cortoplacistas” no tendrán, una vez más, el efecto esperado. Mientras tanto, las ventas de soja siguen en franco descenso y de no revertirse, se espera un fuerte impacto en la economía.

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