¿QUIEN PAGA MAS IMPUESTOS? ¿EL HOMBRE MAS RICO DE ARGENTINA O USTED?
Esta era una pregunta que habitualmente hacía a los alumnos en mis épocas docentes. Invariablemente la respuesta era que el hombre más rico era el que más pagaba. Sin embargo, una vez que analizábamos entre todos la relación ingresos/impuestos de los alumnos presentes, que tenían trabajo remunerado. Luego de verificar que absolutamente todos gastaban el 100% de sus ingresos en la adquisición de elementos de primera necesidad, en el super de la esquina de su casa, (simplificando) calculábamos que cualquiera de los presentes pagaba por sus consumos (ingresos) más de un 30%, entre IVA y otros impuestos que el supermercado derivaba al precio final de los productos adquiridos. Mientras que el (o los) hombres más ricos del país, pagan un porcentaje infinitamente menor de sus ingresos, dado que sus estudios contables se ocupaban de presentar en sus estados financieros, cuadros donde las ganancias, si existían, eran irrelevantes. Vía triangulaciones entre sociedades anónimas, auto prestamos, gastos inflados y los etcéteras habituales en este tipo de liquidaciones.
¿ES CIERTO QUE ARGENTINA ES UNO DE LOS PAÍSES DEL MUNDO CON MAYOR CARGA IMPOSITIVA?
Este es otro de los mitos habituales con el que los opinologos agobian a quienes los escuchan y que definitivamente es falso, algo fácil de comprobar con la ayuda del señor gugle. Para empezar, confirmamos que en los países desarrollados se recauda, en promedio, el 10% del PIB con impuestos a las ganancias de las personas (que en esos países se denominan impuesto a los ingresos personales). En Argentina, en cambio, se recauda apenas el 2,4% del PIB en ese rubro ¿se va entendiendo? O sea que en nuestro país los ricos pagan apenas un cuarto de lo que deberían pagar si la AFIP y la justicia funcionaran.
Otro dato, Argentina ocupa el lugar números 30 en el mundo, en la escala de países con mayor PIB, sin embargo, en magnitud de impuestos recaudados cae al lugar número 43, o sea que no solo es mentira que tengamos una de las mayores cargas impositivas del planeta, sino que, por el contrario, la realidad es que, tomando el PIB como indicador de riqueza, tenemos una de las menores cargas impositivas del planeta. ¿se va viendo la mentira?
¿Y LAS RETENCIONES? ¿QUE PASA CON LAS RETENCIONES?
Este vendría a ser el postre de la nota, sobre todo que las retenciones a la exportación de productos agropecuarios es la gabela que más indignación produce en nuestra clase media baja, que suele tomar sus cacerolas y ponerle 100 pesos de combustible al auto, para salir, embanderados e indignados, a gritar desaforadamente en contra de este impuesto ‘comunista’ que nos quiere cobrar este ‘gobierno zurdoperonchokirchnerista’ (SIC).
¿SE IMAGINAN LA FEROZ INDIGNACIÓN DE NUETRA CLASE M., SI EN VEZ DE AUMENTAR LAS RETENCIONES AL TRIGO EL GOBIERNO ARGENTINO HICIERA LO QUE ACABA DE HACER EL GOBIERNO DE LA INDIA: PROHIBIR LAS EXPORTACIONES DE ESE CEREAL, PARA GARANTIZAR EL ACCESO AL PAN A SU PUEBLO?
Para empezar, digamos que las retenciones solo afectan a los grandes pull de siembra y a los grandes propietarios de tierra de nuestro país, dado que solo gravan a quienes liquidan más de 1.000 toneladas de cereales, que no son precisamente los pequeños y medianos productores. Para continuar consignemos que, de acuerdo a la Constitución Argentina, los recursos minerales del subsuelo pertenecen al Estado, o sea a todos nosotros. Y que tal denuncian el CONICET, el INTA y las universidades nacionales, el modo de agricultura industrial que se practica actualmente en nuestro país, no es agricultura, sino una forma solapada de minería, dado que se exportan dentro de las cosechas miles de tonelada de elementos que conforman nuestra fertilidad, que es de todos, pero que ellos se la meten en sus propios bolsillos.
CONCLUSION
‘Miente, miente que algo quedará’ decía Goebbels, y si el jefe de propaganda nazi viera los ‘indignudos’ de clase m. que salen a cacerolear para que los ricos en Argentina paguen menos impuestos (tributos que según hemos visto, casi no pagan en relación a otras latitudes) seguramente abriría sus perversos ojos como dos huevos fritos. Así nos va.