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Según pudo saber El Destape, la administración porteña mantuvo vínculos con distintas compañías de publicidad para comprar espacios estáticos en ciudades del interior. Con contratos hasta diciembre, Larreta se apropiaría de esas ubicaciones de acá a finales de año y nadie más podría utilizarlas. O sea, esos lugares serían exclusivos de la Ciudad por varios meses para poner la cartelería que quiera. En principio, se informó a las agencias contactadas, será para promocionar el turismo pero no faltaron las sospechas en torno al inicio de una campaña política 2023.
Desde el Gobierno de la CABA y el entorno del mandatario capitalino se argumentó que la acción obedece pura y exclusivamente a la promoción del turismo porteño y que su ejecución estará atada al presupuesto 2022. También se explicó que es una práctica habitual, generalmente desarrollada en años pares porque los espacios propagandísticos se encarecen casi el doble en épocas de elecciones. El año pasado hubo, se ejemplificó, un despliegue similar de afiches en la provincia de Buenos Aires para reclutar policías que quisieran sumarse a las filas de la fuerza de seguridad de la Ciudad.
Los contratos, según explicó una fuente contactada por el Gobierno, se extenderían desde mayo hasta diciembre de este año. Hace varios meses, post picos de la pandemia, Larreta decidió hacer foco en temas normalmente considerados «blandos» pero que generan no sólo un gran flujo de dinero sino también contactos con distintos puntos del país y del mundo. El turismo es uno de ellos. El año pasado, por ejemplo, lanzó el programa «Back to BA», una iniciativa para los turistas extranjeros y la promoción de los «nómades» digitales, para atraer estudiantes de todas partes del globo. También se mostró con inversionistas y agencias de turismo en Nueva York y en Madrid firmó acuerdos de promoción en la materia. Como se ve, la red que abre este sector es enorme.
Otras formas que encontró Larreta para vincularse con el resto de la Argentina fueron la promoción cultural y el medioambiente. El jefe de Gobierno protagonizó varias giras internacionales y nacionales para profundizar el debate sobre el cambio climático, algo que por ejemplo lo acercó a Gerardo Morales, y la CABA se acercó a algunas provincias con convenios por festivales.
La intención de extender el alcance porteño a toda la nación se da en medio de una interna PRO cada vez más compleja. Desde el canal macrista LN+ se instaló la posibilidad de una candidatura presidencial de Mauricio Macri, lo que comprometería las aspiraciones de «los curas que quieren ser Papa». Patricia Bullrich está, sin su jefe político confirmado para la carrera electoral, firme en su decisión de disputar las PASO en 2023 y María Eugenia Vidal, con menos espalda y estructura política, también se subió a la competición.
En ese clima enrarecido, Larreta hizo valer su poder económico, mediático y de estructura. Según datos oficiales de la CABA, al cuarto trimestre del año pasado se devengaron $ 4.724.239.306,89, cifras provisorias, en «publicidad y propaganda». En el mismo período del 2020, la cifra había sido de $ 2.543.456.107,92. Casi se duplicó en año electoral. Ninguno de los otros posibles precandidatos tiene el aparato que posee la Ciudad de Buenos Aires y la aparición de afiches porteños en distintas latitudes de la Argentina será una prueba de ello. Por el momento, y ante la desventaja, Macri decidió fortalecer a Bullrich con la cesión de algunas figuras de su núcleo más cercano para garantizarle llegar al 2023.