El 23 de septiembre de 2020, Claudia Bertoldi – de 45 años y mamá de 3 hijos – asistió al consultorio de los kinesiólogos Federico Girardo y Soledad Mitre a practicarse un tratamiento de estética que consiste en colocar gas carbónico debajo de la piel para eliminar marcas, estrías y grasa localizada. Sin embargo, murió a consecuencia de un shock cardiogénico provocado por una embolia gaseosa que, según evidenció la autopsia, significa que le inyectaron gas en el ventrículo derecho del corazón.
En noviembre de 2020, la justicia imputó a Mitre por el delito de «homicidio culposo o imprudente por mala praxis» y el expediente se estancó ahí. Pero pasó más de un año del fatal episodio y su familia exige que la causa sea elevada a juicio.
“Acá hay personas que realizan ese tipo de tratamiento. Seamos conscientes, esto le paso a mi hermana, pero le puede pasar a cualquier persona que se haga este tipo de tratamiento”, indicó. “Siguen atendiendo y siguen promocionando las mismas cosas”, remarcó Alberto Bertoldi el día de la marcha a Tribunales.