La causa tuvo diversos vaivenes. Entre ellos, el cambio de abogado querellante. Al principio era Martín Jáuregui. En su momento, en septiembre de 2017, Jáuregui dijo que tuvo “discrepancias, estratégicas y metodológicas con los parientes de Bruno Escobar». Señaló que se trató de «cuestiones de forma y de fondo». El letrado expresó su conformidad «con la labor desarrollada hasta el momento», ya que – enumeró – «hemos logrado que viaje a Cuba, con aportes fundamentalmente estatales», y «hemos logrado el abreviado con elevación a juicio de los responsables directos», vale decir, los dueños del boliche Costa Cruz.
Además, Jáuregui indicaba hace cuatro años que había conseguido «una propuesta en términos económicos bastante generosa: 15 mil pesos – mensuales y actualizables – en un plazo de 5 años», para el joven damnificado. Un acuerdo logrado con el municipio de Concordia, ya que existe el compromiso del entonces intendente Enrique Cresto, de incorporarlo al personal de planta y darle de esa manera un puesto de trabajo de por vida. Pero que todo lo conseguido hasta ese momento «parece que no les alcanzaba y querían más». Lo cual, según el letrado, excedía lo que por justicia correspondía reclamar.
En reemplazo de Jáuregui fue designado el abogado paranaense Gerónimo de Bueno. Escobar dijo esta mañana que: “no aportó nada a la causa; no ha trabajado nada y entonces no hay muchas pruebas”. “No trabajó como tenía que trabajar, no aportó pruebas, había que citar a un montón de gente y no los citaron. No investigaron el tema de los patovicas; el tema del hospital, de los choferes de ambulancia”, resaltó el padre. “Tampoco citó al presidente de la Sociedad Reyla SRL que es el señor Ángel Romero. Nunca fue citado. Fue un manoseo tremendo acá”, dijo.
Pero De Bueno renunció a la causa. Finalmente, hace una semana, el abogado Juan José Bukténica asumió la representación de la familia. No obstante, esta mañana Mario Escobar acudió en soledad a la lectura de la sentencia ya que el letrado tenía otra audiencia a las 7:30. “No estuvo nadie presente: estuve yo nomas porque hoy en día es todo por correo electrónico”, indicó. El padre dijo que los fundamentos eran largos y no los leyó. Solo se detuvo para registrar la parte resolutiva donde se señalaba que Pietrantrueno fue absuelto. “Ahora hay que apelar. Esto es primera instancia, son cuatro instancias. Hay que ver donde terminamos. Realmente es un fallo que… esperábamos otra cosa”, dijo. “Esto va para largo», añadió.
Un resbalón sí es caída
El 24 de septiembre de 2016, la vida del joven Bruno Escobar, de 19 años en ese momento, cambiaría para siempre. Había concurrido al boliche Costa Cruz cuando en un momento determinado, se resbala del segundo escalón de la escalera que conectaba el primer piso con la planta baja. “Se cae por la escalera que no tenía ningún apoyo”, indicó.
Escobar recalcó que se trataba de una “escalera fantasma”. “Quedó demostrado por los bomberos que esa escalera nunca estuvo habilitada”, dijo. “Acá tiene que haber un responsable por el tema de la escalera. No puede ser que nadie se haga cargo de ese tema”, añadió. Y apuntó a Pietrantrueno. “Quedó demostrado que fue él el que habilitó eso”, indicó.
Bruno fue trasladado por los patovicas a las afueras del boliche. El padre sostuvo que uno de ellos indicó que “lo sacó para afuera” cuando, en realidad, nadie debería haberlo tocado. Tampoco se investigó esa situación. “Acá hay pocos testigos. Hay dos testigos. No tuvimos muchos testigos. La gente tenía miedo porque estamos luchando contra la mafia”, admitió.
Una vez en la vereda fue trasladado al hospital Masvernat en una ambulancia. Pero de manera incorrecta. “Fue trasladado sin el cuello ortopédico, sin la tabla. Muy mal el procedimiento que hicieron”, dijo Mario.
‘Amigo de la silla de ruedas’
Bruno quedo cuadripléjico. Mario dijo que tiene mucha fe en Dios pero ya pasaron cinco años y el panorama no se revierte. De hecho, a los 42 días de sufrido el accidente en el sanatorio Fleni los llamaron a Mario y a su esposa y los médicos fueron terminantes. Les dijeron que se “hagan amigos de la silla de ruedas”. “Que hasta acá llegamos y que más de eso no se iba a poder mejorar”, indicó. No obstante ello, decidieron ir a Cuba para que reciba un tratamiento mejor. Estuvieron seis meses en la isla y “mejoró un poco”.
Pero la lesión es “realmente muy grave”. “Es la quinta vértebra. Tiene aplastamiento de la médula. Tiene dos edemas que no le dejan pasar la señal”, dijo en referencia al funcionamiento del sistema nervioso. “Mucha gente cree que está caminando pero no: está cuadripléjico. Le quedaron muchas secuelas. Desde la quinta vertebra para abajo no mueve nada”, dijo.
Además, no puede mover los dedos ni puede orinar por sus propios medios. “Hay que sacarle el orín con una sonda cada seis horas”, dijo. Tampoco controla su esfínter. “Ese es un problema complicadísimo”, indicó. “No puede ir de cuerpo. Todos los días hay que ponerle un supositorio para que vaya de cuerpo. Y así le quedaron muchas secuelas, que nos cambió la vida a toda la familia”, dijo.
Por otra parte, indicó que siempre recibieron asistencia económica de la Municipalidad y de la Provincia. Por ello manifestó sus agradecimiento al ex intendente Enrique Cresto, a Alfredo Francolini y al gobernador Gustavo Bordet. Además, hizo un paréntesis para agradecer a los vecinos de Concordia. “Siempre agradezco a la gente que siempre nos ha ayudado. Impresionante”, dijo.
