“Vamos a tener que acostumbrarnos a convivir con este virus. No es algo nuevo, sino que esto se ha hecho ya en el hemisferio norte y en otros países. Nosotros vamos viendo un poquito atrasados esta película y a nosotros ahora nos toca vivir este momento de bonanza. Mientras lo podamos sostener, vamos a mantener estas medidas”, dijo.
No obstante, lo cierto es que la flexibilización se puede revertir en algún momento. “En el momento en que esto se revierta desde el punto de vista epidemiológico, seguramente estaremos ante otro tipo de discusiones tomando otro tipo de medidas también”, indicó Leiva. En caso de registrarse un aumento de casos, semejante a lo sucedido en mayo y junio, “las decisiones van a ser otras”.
Sin embargo, Leiva dijo que espera que la campaña masiva de vacunación tenga efectos sobre la población. En ese sentido, lo que aguardan no es que no haya contagios sino que los síntomas sean leves y que no haya casos graves. “Eso lo estamos viendo en el hospital y en todos los lugares donde se atienden pacientes. Los seguimientos de los pacientes Covid no son tan angustiantes como en otros momentos. Para las personas vacunadas, es una enfermedad mucho más leve. Eso la verdad es que nos deja trabajar más tranquilos. Pero todo esto es dinámico, se trata de una enfermedad nueva y todo dependerá de cómo sea el comportamiento del virus en el futuro”, señaló.
Respecto de la flexibilización del uso del tapabocas para circular en forma individual en lugares abiertos, Leiva dijo que, si la gente está acostumbrada a usarlo el mayor tiempo posible, es mejor seguir utilizándolo. “Ahora entiendo perfectamente que cuando salimos a trotar, a caminar, a hacer gimnasia y no lo queremos usar, sabemos que, en este momento de muy baja circulación viral, es muy difícil contagiarse con alguien que se haya cruzado con nosotros en este tipo de actividades”, señaló. Por ello, dijo que entendía que era correcta la decisión.
La decisión de habilitar los boliches (lugares cerrados) con un aforo del 50 % a personas con el esquema completo de vacunación es la decisión que más dudas genera. Leiva dijo que el panorama promisorio los deja tranquilos como para poder tomar algunas decisiones. Y admitió que se trata de un sector de la población que “necesita vivir de su trabajo”. No solo quienes trabajan directamente en las discotecas sino también quienes están asociados y dependen indirectamente de esa actividad como mozos, disc-jockeys, etc.
Además, indicó que son conscientes de que se siguen realizando las fiestas clandestinas. “la gente acude sin ningún cuidado, sin ningún tipo de control. Justamente lo que tiene es que eluden estos controles. Pero si estas actividades están controladas, podemos tener un registro de las mismas”, señaló.
Por último, Leiva dijo que no tenía tan claro que beneficio podría traer al país abrir las fronteras. Al menos con los países vecinos donde la cantidad de casos y las campañas de vacunación no fueron tan eficaces con la Argentina. “Desde ya que no es lo mismo abrir la frontera con Uruguay o Chile que con Paraguay o Brasil”, dijo. “Eso corre por cuenta de la Nación porque la apertura o cierre de fronteras no es competencia de los gobierno provinciales o locales”, indicó.