Lampazzi destacó que la ciudad tiene un desarrollo turístico interesante en la zona norte. “En épocas normales, antes de la pandemia, siempre estaba ocupado o tenían una ocupación importante”, remarcó. Pero hay hoteles que han cerrado permanentemente como el Salto Grande o el Mayim y otros no tan grandes que mantienen sus puertas cerradas como el Embajador.
Además destacó que la ciudad trabajó bastante bien en algunas cuestiones puntuales como el bus turístico, etc. También remarcó que se van incorporando más atractivos. “Hoy se puede hacer turismo rural en las cercanías de la ciudad que antes no había”, dijo. Y subrayó que la coincidencia en los índices de ocupación hotelera entre las fuentes privadas y públicas remarca que los relevamientos que se hacen en la municipalidad son serios.
Pero remarcó que falta más trabajo aún. “Yo no soy especialista en el tema”, aclaró dejando en claro que las respuestas que dio fueron para responder una consulta periodística. No obstante, del dialogo con personas especialistas en el tema, la deducciones que la ciudad muchas veces termina absorbiendo a los visitantes que no consiguen alojamiento en otras localidades cercanas.
Entre las falencias, sostuvo que no se observan políticas de largo plazo. “Se han hecho cosas interesantes pero se han ido cambiando. Quizás falta una política turística de largo plazo, vista como una política de Estado que vaya más allá de la buena voluntad del funcionario político de turno”, resaltó.
De hecho, remarcó que no solo se ha cambiado varias veces la persona encargada del turismo. Lampazzi recordó que desde que integra el CICS los encargados de turismo fueron cambiando: Martín Buraglia, Max Klaric, Alfredo Francolini y ahora Aldo Álvarez,. Además ahora la Secretaria de Turismo se fusionó con Desarrollo Económico y Producción. Y con el Emcontur. Respecto del Emcontur en sí, dijo que quizás debería analizarse su funcionamiento. “Si funciona realmente como un espacio de comunión entre el sector público y lo privado o simplemente un espacio donde se habilitan las decisiones del municipio”, se preguntó. A pesar de ello, destacó que hay “buenas intenciones” actualmente y mencionó que Francolini siempre trabajo en el rubro turístico desde que el intendente era Juan Carlos Cresto, a mediados de los 90.
Como ejemplo, mencionó a Federación, una ciudad que se desarrolló rápidamente en los últimos 25 años en base al descubrimiento de las aguas termales. “Me acuerdo que cuando fuimos con las carrozas en el año 91, 92, había dos hoteles con el mismo dueño. Uno lo abría todo el año y el otro en verano nomás”, remarcó. No obstante, la ciudad creció a un ritmo vertiginoso, los cambios de signo político no han afectado la política turística de la ciudad. “A pesar de eso, mantienen una política que va en el mismo sentido. No es que viene uno y dice ‘las termas no sirven más’ y las cierra. Siguen, amplían y avanzan”, sostuvo.
Por otra parte, destacó que también se debe poner en el tapete que es lo que buscan los turistas. “Quizás buscan tranquilidad. Concordia es una ciudad grande y Federación es una ciudad chica. Incluso a veces nosotros buscamos eso en Federación”, remarcó.
Por otra parte, Lampazzi remarcó que los horarios en los que trabaja el comercio están adaptados al ritmo interno de una ciudad que vive de su mercado interno y no son los de una localidad turística que abren hasta muy tarde para satisfacer al visitante que sale a pasear después de las 20 o 21 horas. De hecho, sostuvo que cuando alguien ha intentado cambiar no ha tenido suerte en atraer más clientes. “Eso no es antojadizo. Esta adaptado a la demanda y la demanda es la del mercado interno de Concordia”, dijo.
Al mismo tiempo, puso la lupa sobre la ausencia de oferta gastronómica en la zona de la peatonal. Exceptuando dos locales de comidas rápidas, el grueso de la oferta se concentra en derredor de la plaza 25 de Mayo o en el corredor de acceso a la costanera.
Más adelante, Lampazzi indico que a veces conspira la imagen que tiene la ciudad a nivel nacional. En marzo pasado, el 49,5 % de las personas que viven en Concordia eran pobres. Con esos porcentajes, la ciudad se ubicaba en segundo lugar a nivel nacional, superada sólo por los partidos del Gran Buenos Aires, en los que la pobreza a llega al 51 %. Al respecto, el responsable del CICS sostuvo que sería bueno que se amplíe la encuesta y se incluyan mas aglomerados urbanos. “Hay gente que te dice que Concordia es la más pobre. Pero pareciera que somos más pobres acá que en El Impenetrable o que en Formosa y no es así. Lo que pasa es que se mide Concordia y no se miden otras ciudades”, indicó.
Lampazzi dijo que los problemas que tiene Concordia los va a seguir teniendo y se debe trabajar para resolverlos. Pero, al dejar de aparecer la ciudad en los principales titulares a nivel nacional, dejará de ser estigmatizada. “Estamos estigmatizados no solo a nivel nacional sino a nivel provincial también”, dijo. De hecho, cuando sucede algún hecho delictivo en una ciudad vecina, muchas veces se culpa a “gente de Concordia”.