En Agmer dejan en claro que el pedido se hace para los departamentos de la costa del río Uruguay, que son los más próximos a Capital Federal y provincia de Buenos Aires donde se encuentra el epicentro de la segunda ola, y Paraná, donde hay una situación de mucha gravedad.
Zampedri explicó que el horizonte sigue siendo la presencialidad en las escuelas. Pero sostuvo que en las escuelas se produce una gran circulación de personas. Y por esa razón, en los lugares donde hay circulación comunitaria, para frenar el avance del virus en medio de una segunda ola muy virulenta, suspender por 15 días las clases en forma presencial y seguir mediante Internet.
A la par que avanza la segunda ola, se ve una lentificación del proceso de vacunación en el sector docente. “Solo se ha vacunado a un sector muy pequeño”, dijo. Zampedri entiende que eso se debe a la falta de vacunas existente a nivel mundial. “No hacemos cargo a nadie de esto porque entendemos que la falta de vacunas es a nivel mundial y la actitud de los países dominantes es no compartir. Por eso acaparan la producción”, indicó. Ante un escenario de vacunación incierto, la alternativa es disminuir la circulación.
“Todos los indicadores epidemiológicos advierten que hay que tomar decisiones porque hay panorama de mucha complejidad y sino se toman decisiones a tiempo, el escenario se va a complejizar aún más”, dijo el gremialista.
En las escuelas hay muchas burbujas escolares que se aíslan debido a la aparición de un integrante de la misma que dio positivo al análisis de Covid 19. La mecánica de funcionamiento establece que los cursos numerosos se dividen en dos o tres burbujas. “Cuando un docente o un estudiante tiene síntomas, primero se lo aísla preventivamente hasta tener el resultado del hisopado. Y se confirmarse el caso positivo se mantiene el aislamiento y si da negativo se vuelve al trabajo cotidiano”, dijo Zampedri. No obstante, admitió que, en los casos positivos, es muy difícil establecer si se contagió en la escuela o en otro ámbito.