Según Jair Bolsonaro, Ford «no dijo la verdad»

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este martes que la empresa Ford «no dijo la verdad» sobre el cierre de sus tres fábricas para dejar de producir en su país y acusó a la automotriz estadounidense de querer recibir incentivos fiscales para quedarse.

«A Ford le faltó decir la verdad. Ellos querían seguir recibiendo subsidios de 20.000 millones de reales (4.000 millones de dólares) como hicieron los últimos años con el dinero de impuestos, impuestos de ustedes, para seguir fabricando autos», dijo Bolsonaro a seguidores en la puerta del Palacio de la Alvorada, residencia oficial.

Bolsonaro se quejó porque varios medios acusaron al Gobierno de haber complicado el ambiente de negocios en Brasil.

«Hace tres años Ford anunció que no iba a producir más vehículos de paseo en Estados Unidos. La verdad que ellos querían nuestros subsidios como tuvieron a lo largo de muchos años, querían renovar los subsidios para hacer autos para vender», dijo Bolsonaro, visiblemente irritado.

El presidente dijo que Ford «ahora tiene competencia, entre otros, de (marcas) chinas». «Ahora perdimos 5.000 empleos, pero la prensa no dice que en noviembre se han generado 414.000 empleos en Brasil», dijo.

Ford cerró sus tres fábricas en Taubaté, San Pablo, Horizonte, Ceará, y Camaçarí, Bahía.

El gobernador bahiano, Rui Costa, del Partido de los Trabajadores, acusó a los gobiernos de Michel Temer (2016-2018) y de Bolsonaro de haber abandonado las políticas de incentivo a la industria.

«No hay planificación. ¿Qué hemos hecho en los últimos cinco años para aumentar la inversión en tecnología e industrialización? Nada. Estamos satisfechos en convertirnos en una gran estancia», dijo Costa.

En el oeste del estado de Bahía está enclavada la llamada nueva frontera agrícola de Brasil, con uno de los mayores crecimientos el país, en una región conocida con el acrónimo de Mapitoba, que engloba a partes de los estados de Maranhao, Piauí, Tocantins y Bahía.

Por su parte Trabajadores de Ford, la empresa que decidió cerrar sus tres fábricas en Brasil y despedir a las 5.000 personas que emplea en forma directa, protestaron este martes contra esa retirada y responsabilizaron al Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.

El impacto político y económico de la salida de Ford tras 101 años en Brasil causó un sinfín de reacciones, entre ellas la del gobernador de Bahía, Rui Costa, del Partido de los Trabajadores (PT), quien contó que se comunicó con la embajada de China en Brasilia para que busque inversores en el parque industrial que dejará la estadounidense en la ciudad de Camaçari.

Desde la oposición recordaron cuando Brasil llegó a ser la 7ma economía del mundo

Mientras tanto, desde la oposición, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, un ex sindicalista metalúrgico que se forjó en los años 70 con las huelgas contra la dictadura en el Gran San Pablo, región donde se instalaron las principales automotrices, hizo un comentario irónico en Twitter comparando 2009 -cuando gobernaba- con 2021.

El líder del PT comparó la inversión anunciada por Ford en 2009, cuando Brasil se había convertido en la séptima economía mundial y tenía perspectivas de convertirse en uno de los cinco mercados principales de automóviles del mundo, con la realidad actual, en la que el país fue superado por España y cayó al noveno lugar del ranking de productores.

Además, el exministro de Planificación y de Economía de los gobiernos de Dilma Rousseff, Nelson Barbosa, advirtió que Brasil abandonó la política industrial en 2016 con la caída de la ex mandataria en el juicio político que instaló al Gobierno de Michel Temer.

La bomba económica política de Ford fue conocida luego de que el banco más antiguo de las Américas y la entidad pública más grande de la región, el Banco do Brasil (BB), anunció un plan de retiro voluntario para desprenderse de 5.000 empleados y cerrar 315 sucursales.

En este contexto, el diputado Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad, recordó en las últimas horas un discurso de Bolsonaro, en el cual afirmaba que si la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández le ganaba Mauricio Macri a finales de 2019, los argentinos iban a escapar desesperados hacia Brasil.

«¿Se acuerdan cuando Bolsonaro dijo que si la izquierda vencía en Argentina nuestros vecinos escaparían desesperados hacia acá? Bueno, Ford cerrará TODAS las fábricas en Brasil y mantendrá la producción en Uruguay y Argentina. Las bravuconadas no generan empleo ni sacarán al país del agujero en el que está», sentenció el diputado opositor.

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