
DATOS QUE APABULLAN
En toda la provincia existen 251 jueces (aquí se incluye los juzgados de Paz), de los cuales los titulares son 192, el resto 41 interinos y 18 suplentes. Este dato significa que, entre el 22 y el 23 % están en esos lugares puestos a dedo.
Pero, como dijimos el escándalo mayor aparece entre las fiscalías de cada una de las ciudades de la provincia.
En todo Entre Ríos, hay 117 fiscales, 54 son provisorios (46 por ciento), es decir casi la mitad de los fiscales de Entre Ríos no se ganaron ese puesto por sí mismos, lo cual no quiere decir que, en muchos casos sean excelentes en su función. En Concordia hay ejemplos de esto, pero también de los otros, los que se dedican a hacer operetas, los que privilegian su ideología antes que su función, en fin.
Pero en el caso de los fiscales, los mayores escándalos y la mayor proporción de nombrados a dedo (80 % en ambas ciudades),se dan justamente en Concordia y la capital Paraná, o sea, las dos ciudades más políticas de la provincia.
Sería ingenuo pensar que se trata de una casualidad.
Aunque si de abusos de poder se trata, el caso de los fiscales no es, si hablamos de números, el más escandaloso. Es que, en Entre Ríos hay 70 Defensores Públicos, 53 son provisorios (75 %).
Igual, debemos decirlo, incomparable un caso con otro, el poder político de los fiscales y está demostrado, es inconmensurable. Tanto en Concordia como en la provincia hemos visto como algunos de esos fiscales se meten en la política y hacen estropicios o en el debate social sobre aborto produciendo el mismo o peor efecto.
Los fiscales en Entre Ríos pueden llevar preso a un inocente o destruir socialmente a político o candidato molesto, así como inventar causas, etc.
Que todo ese poder esté en manos de una persona es absolutamente peligroso y contradice el sistema republicano de gobierno.
El gobernador Gustavo Bordet tiene una disputa con el Poder Judicial, ha dicho y hecho cosas que no dejan dudas sobre el particular, sin embargo, sobre el peligroso y puntual caso de los fiscales no ha dicho demasiado ¿habrá alguna razón para ello?.
Hasta ahora, el único “poderoso” que se animó a hablar del tema y lo corrieron de la cancha, fue el expresidente del Superior Tribunal de Justicia, Emilio Castrillón.
Fue Castrillón quien alertó a la sociedad entrerriana respecto de lo gravoso que es para todos que, en un sistema democrático haya tanta asimetría de poderes.
En pocas palabras nos alertó y dijo que las defensas no tienen poder frente a los arrolladores embates de las fiscalías. Es decir, Castrillón puso sobre el tapete el tema de que la libertad y honor de los ciudadanos está en peligro y que ese desbalance no es para nada un beneficio para quienes habitamos este territorio sino todo lo contrario.
Que pasó con Castrillón, pregunta Ud. Y… no pudo repetir mandato. Hizo esas declaraciones y quedó fuera de juego, así de simple.
¿ Y EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA ?
Esa es la madre del borrego, dicen desde la justicia. “Si hay tanto nombramiento a dedo, no es por culpa nuestra”, dicen, es culpa del Poder Ejecutivo que no llama a Concurso.
Qué es el Consejo de la Magistratura? Ese instituto está especificado en nuestra constitución provincial que en su Articulo 181 lo define.
Artículo 181 El Consejo se integra con la representación de: el Poder Ejecutivo, los abogados matriculados en la Provincia, los magistrados y funcionarios judiciales, los empleados del Poder Judicial, miembros de reconocida trayectoria del ámbito académico o científico y representantes de organizaciones sociales comprometidas con la defensa del sistema democrático y los derechos humanos. Será presidido por un representante del Poder Ejecutivo. La composición asegurará el equilibrio entre los sectores que lo integran. Durarán dos años en sus funciones pudiendo ser reelectos por una sola vez. Su desempeño será una carga pública honoraria.
En rigor, son 6 los organismos que conforman ese instituto, sin embargo y a pesar de que el gobierno tienen solo uno de esos 6 miembros, lo culpan de ser el responsable de no hacer los concursos, demorarlos.
La razón está en que quien maneja el Consejo de la Magistratura es quien lo preside y quien cumple esa función siempre, es el Secretario de Justicia que hoy está en manos de Pablo Biaggini.