El funcionario contó que por ahora el plan de sustitución de carros a tracción a sangre por motocarros está en un 50 por ciento. Según la información brindada a DIARIOJUNIO se llevan entregados 47 motocarros a la fecha y están pendientes de entrega otros 59 vehículos de los que Nación, que es la garante del proyecto, ya ha dado el visto bueno para empezar con las gestiones.
Armanazqui explicó que lo implementado hasta el momento viene dando buenos resultados tanto para las personas incluidas en el programa como para la ciudad ya que se ha podido disminuir de esta manera la proliferación de micro basurales. El funcionario repasó para este medio cómo fueron las gestiones hasta el momento.
“Nosotros nos asesoramos con una fundación que trabaja en este tema, que nos facilitó los modelos de ordenanza, de relevamientos a llevar y el tipo de organización necesaria. Nos aconsejaron hacer un censo con fecha de inicio y cierre. No podía hacerse una inscripción abierta y continua porque si no nunca íbamos a terminar de saber con qué nos enfrentábamos y el número de personas con la que se iba a trabajar. Hicimos tres meses de relevamientos en un lugar fijo dentro del Corsódromo y también yendo a los barrios a buscar a la gente. Relevamos y atendimos más de 2500 caballos y registramos 500 carreros. De esa cantidad detectamos que casi 100 carros eran los que entraban a la zona centro de la ciudad. Entonces lo que hicimos fue diseñar el proyecto y gestionar los fondos para encarar esta primera etapa que es la de erradicar los carros de tracción a sangre de la zona céntrica. La solución a este tema es progresiva. Para solucionar lo de la zona céntrica nos falta entregar algo más de 50 motocarros que van a estar destinados a quienes trabajan todavía dentro de los límites periféricos del centro de la ciudad.”
Consultado por este medio si existía una asimetría a salvar entre el costo de mantener un caballo y un motocarro, el funcionario explicó que “prácticamente el costo del caballo es igual al mantenimiento del motocarro. El caballo tiene que comer alfalfa, pasturas y alimento balanceado, tiene gastos de veterinaria. El programa a cambio les ofrece motocarros 0km, carnet de conducir, el seguro para circular que era por un año, pero que lo hemos extendido y hay que sumar que están registrados en el programa de Grandes Generadores de Residuos en el que empresas como Carrefour, Modelo, Naldo, entre otras, deben contratar a un tercero para que retire los residuos. Esos motocarros están en el registro como transportistas de grandes residuos, eso no tiene costo para ellos como sí los tiene para otros transportistas -camiones y camionetas- que tienen que pagar la inscripción anual. El 90 por ciento de los motocarros están funcionando. Le hacemos un seguimiento y todas los que entregamos en la primera gestión de Enrique Cresto – 41 unidades- están andando.”
Una de las dificultades con las que se topó el programa fue la resistencia de los propietarios para cambiar la metodología de trabajo. En general parece por una cuestión cultural que viene de tradición, pero también cuenta el factor emocional, el vínculo afectivo que suele haber entre las personas y sus caballos. “El cambio costó en un principio. Hubo que hacer un trabajo de concientización al respecto. El caballo a veces es uno más en la familia. Hemos tenido algún caso en el que la persona que entregaba el caballo pedía que el adoptante fuera una persona que lo cuidara y lo dejara visitar. Hubo dueños de caballos que se han encargado de buscar ellos mismos a quienes se podían hacer cargo del animal, preocupados porque fueran personas conocidas o que les dieran garantías que se los iban a cuidar bien, incluso que se les permitiera poder visitarlos. Hay gente que ha llorado al entregar el caballo. Debo reconocer que, si bien se han encontrado animales en mal estado, la gran cantidad estaba en muy buenas condiciones”, contó Armanazqui.
Respecto a si hubo cambios observables en la situación socioeconómica de las personas abarcadas por el programa de erradicación TAS, el funcionario aseguró que “la condición laboral de toda esa gente ha mejorado muchísimo. Yo hablo seguido con ellos, me los encuentro en la calle y nos ponemos hablar. Me han dicho que incluso muchos vecinos los hacen sentir de otra manera, que les dan más trabajo. Muchos ciudadanos llaman al 105, que es el número del Mapa de los Servicios, para pedirnos recomendaciones y teléfonos para contratar a las motocarros, dado que ellos son los que están habilitados para trasladar residuos y hacer fletes dentro del centro.”
De los 500 carros relevados, al principio del programa, hay otros 400 registrados que pertenecen a personas que hacen sus labores fuera del radio comprendido en esta etapa de sustitución. Esos van a entrar en una segunda etapa que, para erradicar los carros, se buscará apuntar a la reconversión laboral de los carreros a través de la capacitación de distintos oficios y el acompañamiento estatal. “No puede sustituir el total porque imagínate el caos de tránsito y la inversión que eso llevaría. Por eso es que el programa comprende varias etapas: Una de ellas es la sustitución del caballo por el motocarro. La etapa siguiente comprende las capacitaciones en oficios diversos para que esas personas puedan dejar el trabajo del carro. Esa cuestión se ha visto postergada -por momento- a causa de la pandemia. Es un sector con el que no podemos trabajar de manera virtual y remota, por las condiciones obvias, pero además se trata de una etapa del programa que incluye capacitadores, entregas de viandas, guarderías para los niños porque muchas veces se trata de familias que se movilizan todos juntos. Tenemos más de 16 capacitaciones de un programa innovador que financia Nación para esas 400. La idea es que puedan desarrollar otra actividad en la que serán acompañados desde el Estado también”, añadió el coordinador general de la unidad de Desarrollo Ambiental.
Por último, Armanazqui adelantó a este medio que a partir de la semana que viene se intensificarán los controles y se harán gestiones junto con el COPNAF y la policía por la problemática creciente de los niños que se ven circulando y trabajando sobre los carros a tracción a sangre. Una situación que el funcionario se la adjudica en buena medida a la pandemia: “Los chicos no están concurriendo a la escuela, a los comedores y no tienen la contención deportiva que podían tener en algunos clubes de barrio.”