En marzo pasado, Emiliano se hizo un estudio del corazon por una insuficiencia cardíaca. Se había recuperado en un 80 % y hasta ese momento nunca se habia hablado de un transplante ni nada por el estilo. Pero su estado de salud sufrió una modificación rotunda en julio. La hermana dijo que padeció una bronquitis. Y se había tomado una parte reducida del pulmón derecho. Consultó al cardiólogo y éste le sugirió tomar dióxido de cloro. Incluso le pasó un número de teléfono de una persona que le iba a conseguir el dióxido de cloro.
«Cuando mi hermano se comunica con esta chica, ella le dice ‘ah si te envió el doctor’. ‘Yo vivo en tal calle o sino te lo llevo a domicilio’. Le dio los precios segun la medida y nosotros, en una palabra en criollo de ‘ignorantes’, lo compramos», dijo Gabriela al periodista Jorge Ballay en su programa radial que se emite en la ciudad de Paraná. La entrevista fue reproducida esta mañana en Radio Ciudadana (FM 89.7).
El joven compró un frasco de 50 ml. y alcanzó a tomar la mitad del frasco. La prescripción era tomarlo en la casa, en ayunas, y esperar a comer. «En ese momento se empezó a sentir mal. Fue al consultorio y tomó dos vasos que le trajo el doctor mientras esperaba. Claro que era dióxido diluido con agua porque en un litro es una cucharadita, una tapita», dijo.
Pero, a raíz de eso, debió ser internado en dos oportunidades. La primera vez estuvo en terapia intensiva, a punto de sufrir un paro cardiorrespiratorio. «Se le quemaron todos los órganos internos, la vesícula, el higado, tenía retencion de líquidos. No se podía acostar porque se le llenaban de agua los pulmones y empezaba a toser», dijo. «Los veías a el y era un viejto con 27 años. Tenía constantemente frío y empezó a quedar amarillo porque la bilirrubina le empezó a subir muchisimo, le estaba afectando el hígado», dijo.
Debido a que el cuerpo comenzó a trabajar de mala manera, el corazón comenzo a bombear y se lastimó el doble. Y eso le afectó el corazón. En la clínica no entendían que le había sucedido. Hasta que Emiliano se acordó lo que le había recetado el doctor. Llevaron el dióxido de cloro. «Ahí le empezaron a pasar suero para limpiar», dijo.
Una sustancia peligrosa vendida como ‘receta milagrosa’
La búsqueda de una cura milagrosa contra el coronavirus está llevando a muchos a promocionar el uso de una polémica formulación química: el dióxido de cloro. Este producto también conocido como «Suplemento Mineral Milagroso» lleva años publicitándose como un remedio para muchas afecciones y enfermedades que van desde malaria, a la diabetes y asma, el autismo o incluso el cáncer. Sin embargo, ninguna institución sanitaria lo reconoce como medicamento y ahora que la pandemia del covid-19 azota el mundo, vuelva a aparecer como algo capaz de frenar los efectos del virus.
«Es un desinfectante comercial que en ningún caso debería ingerirse», cuenta a BBC Mundo Miguel Ángel Sierra Rodríguez, catedrático de Química de la Universidad Complutense de Madrid. De hecho, dice la agencia estadounidense FDA, beber esta mezcla ya ha causado efectos secundarios graves y potencialmente mortales. «Desde luego su efectividad contra el virus es nula», afirma el catedrático de Química.
Y aun así, YouTube y Facebook están llenos de videos de gente que dice haberse curado gracias a esta solución al que le atribuyen propiedades antimicrobianas, antivirales y antibacterianas, subrayó la BBC (https://www.bbc.com/mundo/noticias-52303363).
En América Latina, en base al informe de este año del Organización Panamericana de la Salud (OPS), se destaca que la ingesta de dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales. Además, la inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales, así como complicaciones en otros órganos del cuerpo.
En Argentina, desde que la periodista Viviana Canosa cerró en su ciclo Nada Personal tomando dióxido de cloro, todo fue un caos. Tanto la redes como los medios cargaron contra la conductora y el mediodía de este viernes pasado finalmente se supo, por resultados fehacientes de laboratorio, que la muerte del niño de 5 años en Neuquén efectivamente fue por la ingesta de esa sustancia.
Un diputado provincial de Neuquén que ya había librado una denuncia contra Canosa, redoblará la apuesta. se trata de Mariano Mansilla, quien hizo una denuncia por curandería, por «prometer la cura para una enfermedad», y ahora, con esos resultados médicos, va a pedir la indagatoria para Viviana Canosa y que se adjunte los resultados médicos de estos estudios de laboratorio.