“La interpretación nuestra era que no se dieron cuenta y quedó colgado, en el medio. Al no tener la posibilidad de hacer turismo, porque no la tenemos, quedó colgado innecesariamente”, explicó el presidente del Centro de Industria y Comercio de Concordia, Diego Lago.
Hace tres semanas que, por intermedio de la Cámara Argentina de Comercio, enviaron un comunicado al gobierno nacional pidiendo que se suspenda el feriado. Lago entiende que la Nación tiene otras prioridades en estos momentos. “En otro contexto hubiesen dado una respuesta inmediata”, dijo.
El feriado no será aprovechado tampoco por el sector hotelero. El titular de la Asociación Hotelera Gastronómica, Leandro Lapiduz, indicó que adhieren a la postura del Centro de Industria y Comercio. “Todo lo que tiene que ver con el calendario turístico y sabiendo que la gente tiene que trabajar, en esta situación tiene que ser analizado de otra manera. No hay que tomarse tal como viene porque esta es una situación inédita. Vamos a estar a favor de que prevalezca lo laboral. Deberían poder abrir la mayor parte del tiempo que puedan”, indicó.
No obstante, también cabe pensar que desde la Casa Rosada es mejor que hay un feriado que restrinja el movimiento para evitar que la gente salga a la calle cuando se transita el aparente pico de la pandemia en el país. Lago dijo que comparte esa hipótesis para el AMBA y Ciudad de Buenos Aires. “Nosotros acá no”, dijo Lago. A pesar de ello, el presidente del CICS se mostró cauteloso respecto de la situación de la ciudad donde no hay casos activos pero preocupa lo que sucede en otras ciudades de la provincia, especialmente Paraná. De hecho, Lago dijo que si fuese el intendente volvería a dejar un solo ingreso a la ciudad. “Sabemos lo que puede llegar a pasar si el bicho entra: como lo dijo la doctora Leiva, tenemos un cordón que nos rodea en muy malas condiciones sanitarias y de vivienda sin agua ni cloacas. Si entra ahí sería como echar nafta al fuego”, acotó.
Los propietarios de los comercios que abran deberán pagar salario doble. “El empleado que no quiera ir no va y no se le puede descontar ni el día ni el presentismo”, remarcó. Lago explicó que la situación es muy difícil para que los comerciantes puedan pagar la jornada doble. “Se abre las puertas para vivir el día a día; para no perder un día laboral”, dijo. Y sostuvo que solamente algunas distribuidoras y supermercados, además de algunos corralones y comercios afines, están surfeando la crisis. “Son muy poquitos los que están trabajando bien. El resto está en una situación desesperante”, remarcó.
De hecho, el presidente del CICS indicó que dialogó con empleados de un comercio quienes le manifestaron que no tiene sentido un feriado turístico en este momento. “’¿Adónde m… vamos con la piojera que tenemos?’”, le indicaron. “No existe el turismo. Son muy pocas provincias las que tienen turismo interprovincial. Nosotros estamos sin turismo ni la gente tiene los recursos. Estamos todos tratando de cuidar el mango porque no sabemos lo que va a pasar en 15 días”, dijo. Asimismo, remarcó que la semana pasada fue “muy tranquila” y esta semana corre en el mismo carril. “Y estamos a principios de mes”, manifestó con preocupación.
En los hoteles y restaurantes, el panorama no es mejor. “Los hoteles arrancaron casi todos la primer semana y hoy casi todos han cerrado: los únicos que permanecen abiertos son los que tienen muy bajo rango de empleados sostenidos casi por familiares”, dijo. Pero la dinámica de la pandemia ha hecho que disminuyan los viajantes que arriban a la ciudad y los hoteles de dos, tres y cuatro estrellas cierren en Concordia y Federación. Respecto de los restaurantes, Lapiduz sostuvo que muchos que reabrieron con ilusión, hoy están pensando en cerrar los días de semana y solamente abrir los fines de semana dado que lunes, martes y miércoles cierran las cajas con $ 0 de recaudación. Por ende, quienes tienen empleados el costo de abrir es mayor que el de mantener cerrado.
Lapiduz indicó que a nivel nacional el sector está embarcado en una empresa para tratar de salvar la actividad: la sanción de una ley de emergencia. “Hay un porcentaje del que no solamente habla el sector privado sino también el sindicato que habla de un 40 % de la red hotelera y gastronómica que va a caer; que no va a superar esta situación”, dijo. De hecho, manifestó que incluso la cifra podría llegar al 75 % de empresas que están pensando en salirse de la actividad en vez de tratar de afrontar el momento difícil.
No obstante, de sancionarse el proyecto, Lapiduz señaló que se suspendería el cobro de las comisiones de las tarjetas de crédito por 12 meses, la reducción del IVA a un 10,5 %, el mantenimiento de los ATP en una escala programada hasta que la actividad retome su ritmo habitual. Los empresarios creen que cuando termine la pandemia, llevará un tiempo más hasta que la gente tome confianza y vuelva a salir de sus hogares para viajar a otras ciudades. “Hay varios proyectos. Estamos trabajando con legisladores nacionales para apuntalar las mejores opciones. No tienen que ser solamente un anuncio: tiene que poder aplicarse”, indicó.
“Con los ATP todos los meses estamos alambrando si los vamos a recibir o no. Sino los recibimos sería ya el final porque no estanos pudiendo pagar ni siquiera el 25 % complementario al 50 % que pone el gobierno”, indicó Lapiduz. Incluso, sostuvo que el sindicato comparte la misma inquietud por las fuentes de trabajo y hoy se llevará a cabo una marcha en Capital Federal dado que se habla de una ola de despidos muy grande. “Si bien no se puede despedir, al cerrar las empresas los empleados quedan en la calle”, indicó.
Por último, Lago cree que la mayoría de los comercios abrirá sus puertas el viernes. “Casa uno hará el acuerdo que tenga que hacer con su personal”, dijo. “Hay muchos gurises con los que hable que quieren laburar sin cobrar el doble porque saben cómo está la situación”, dijo.
