Con los pasajes por el piso, los remisses desactivaron el aumento por tres meses

Un taxi esperando en la Terminal. Hoy la Terminal está cerrada y no hay pasajeros.

A partir del 1° de junio de cada año, igual que el primer día de diciembre, la tarifa de los remisses se mueve para arriba. Según la ordenanza vigente, el valor se fija de acuerdo a valor de la ultima ficha más el promedio del incremento entre el índice de Precios al Consumidor (IPC) cobertura nacional del Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) y el aumento de combustibles.

Pero esta vez los números que marca el taxímetro quedarán en el mismo lugar. “Hicimos una reunión en la Cámara y pedimos una prorroga de no aumentar por 90 días”, explicó. Si bien habían dos empresas de remisses que querían que el aumento se aplique de igual forma, por mayoría se decidió que se mantenga el precio fijado en diciembre de 2019: $ 64 la bajada de bandera y $ 3,18 la cuadra (100 metros). La nota fue firmada por todas las empresas, excepto dos.

“No hay trabajo, la gente no tiene trabajo, todo el mundo está desesperado que no cobra; otros cobran el 25 %, el 50 %. Y con la Cámara tuvimos una reunión con el Concejo Deliberante, elevamos una nota y en la primera sesión no lo pudieron hacer porque se necesitaba mayoría especial y Cambiemos no les dio los votos para tratarlo sobre tablas”, indicó. Pero el jueves pasado se aprobó el pedido.

Martínez explicó que si la situación no mejora, van a pedir otra prórroga hasta diciembre. Desde el 20 de marzo en adelante, el pasaje cayó un 85 %. “No había nada, la misma gente que trabajaba se asustó y no vino a trabajar más”, dijo. “Yo paré dos semanas, la tercera tenía tres autos trabajando, después cuatro, después cinco”, dijo. “Toda la gente decía ‘no se puede andar en los barrios, no se puede andar acá’. La gente no llamaba porque no podía salir. Era un conjunto de cosas”, señaló.

Martínez sostuvo que después de las 20 horas se apaga todo el movimiento. “Quedan los más jóvenes hasta las 22:30, 23. La mayoría de las empresas cierra de noche, hay tres o cuatro abiertas nomás”, acotó. Al menos se estiró un poco más el horario laboral dado que cuando el comercio estaba abierto hasta las 16, más o menos a esa hora los remisses estacionaban porque se terminaban los pasajes.

De igual forma, muchas empresas trabajan solo con tres o cuatro autos y las que tiene más, un día ocupan la mitad y la otra mitad al día siguiente. Martínez mencionó un dato clave: su empresa está ubicada por avenida San Lorenzo, cerca de la Terminal de Ómnibus, y trabaja mucho con los pasajes que llegan a la ciudad. Hoy la Terminal está cerrada. Lo mismo sucede con otra, ubicada por calle Pellegrini, a media cuadra del Casino. Pero la sala de juegos no funciona. Por ende, en ambos casos perdieron muchos pasajes. Casi lo mismo sucede con otra ubicada en calle Catamarca, entre Urquiza y Pellegrini, y otra en Sarmiento entre Güemes y Saavedra a pocos metros de dos escuelas privadas. Desde fines de marzo no hay clases.

En general, el presidente de la Cámara mencionó que la mayoría de los autos solía trabajar mucho los fines de semana con los boliches “que están parados”, al igual que los restaurantes, los pubs y los bares. “Viernes, sábados y domingos es la muerte”, dijo. De hecho, ni siquiera está permitidas reuniones sociales de muchas personas en una misma casa. “A los cumpleaños no se puede ir”, dijo. Además de que es contrario a la cuarentena, la gente tiene temor de ser denunciados a la Policía.

Por último, Martínez mencionó que se están colocando las mamparas divisorias en los autos para separar a los choferes de los pasajeros para evitar contagios de Covid-19. En la sesión del 7 de mayo pasado, el concejal Pablo Bovino (Frente de Todos) presentó en la sesión un proyecto de ordenanza que consiste en establecer una barrera física, denominada ‘sanitaria’ ente los choferes de remisses y los pasajeros sentados detrás. “En conjunto con los barbijos y el alcohol en gel, es una herramienta más para protege a  los choferes  de taxi y remisses y a los pasajeros”, acotó Bovino. La medida apunta a establecer una medida de protección en general dado que los pasajeros van rotando permanentemente. Pero en particular para quienes deben trasladar a personas hasta los hospitales o al personal

No obstante, Martínez dijo que les pidieron un tiempo a los concejales, que sancionaron hace 20 días la ordenanza, dado que tiene un costo de entre $ 500 y $ 600. Aunque no parezca demasiado, la cifra es importante para el chofer de un automóvil que intenta a duras penas llegar a los $ 1.000 o $ 1.500 de recaudación diarios, a lo que hay que descontarles los costos.

 

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