
Si recorremos lo que se suele llamar la zona campaña del departamento Concordia podremos apreciar y enumerar interesantes progresos – a lo largo de estos últimos 15 años principalmente- en lo que respecta a obras públicas, infraestructuras, inversiones del sector privado y una mejora sustantiva en los aspectos generales de poblaciones como la de Charrúas, La Criolla, Colonia Ayuí, Puerto Yeruá por nombrar algunos; en tanto que Estancia Grande sigue apareciendo estancada en el tiempo, descuidada y, ahora también, en un posible estado de alarmante endeudamiento, desfinanciamiento y desequilibrio en sus cuentas públicas.
Matías Lladó. candidato a intendente. Perdió en el intento de suceder a su padre (foto)
Al cabo de más de 30 años de Daniel Lladós como Presidente del Municipio de Estancia Grande y de un gobierno blindado por la designación de familiares en puestos claves (Su esposa, Griselda Acosta, como Secretaria de Gobierno; uno de sus hijos, Facundo Lladós, como Tesorero; otro hijo, Matías Lladós, abogado de la UCA, como Secretario del Concejo Deliberante; y una nuera, Andrea Fernández, en el Departamento ejecutivo), la actual gestión de Pablo Javier Goldín se encontró con una caja de pandora de escándalo que dispone poner a la luz del conocimiento público y la consideración de la Justicia Penal.

Las primeras irregularidades las sufrirían en carne propia los propios trabajadores municipales viéndose afectados en sus derechos dado que no tenían aportes de obra social y tampoco aportes regulares a la Caja de Jubilaciones a pesar de que les eran descontados regularmente de sus haberes. Tampoco tendrían aportes al seguro de vida obligatorio, lo que estipula un concreto riesgo para las cuentas públicas y también para la familia de cada trabajador.
No habría nada que justifique el desvío de esos fondos que debían ser destinados a la seguridad social.
Lorena Muñoz. Ex vice de Lladós. Actual Concejala (foto)
La nueva administración del Intendente Pablo Javier Goldín, también detectó no menos de 500 pagos realizados a terceros sin que existiera contraprestación alguna para justificarlos. El procedimiento que denuncian consistiría en la emisión de comprobantes tipo recibos (mucho de ellos habrían sido confeccionados en forma rudimentaria) y facturas, que daban cuenta de realización de obras y prestaciones de servicios que, según los denunciantes, nunca se habrían realizado, pero que permitían llevar un registro contable para luego, mediante pagos directos o cheques de la Municipalidad, retirar fondos públicos que tendrían otros destinos.
También se denuncian pagos por servicios que no debían contratarse con terceros dado que el Municipio contaría con personal afectado a dichas tareas (desmalezamiento de espacios públicos; tareas administrativas que podía y debía realizar un empleado municipal; reparaciones básicas sobre maquinaria municipal e incluso para la limpieza de una calle). En muchos de esos pagos no estaría detallado a quién o a quiénes se les habría pagado ni cómo, y tampoco existirían registros contables que justifiquen la legalidad de dichos egresos. Es más, se denuncia la existencia de facturas que no tendrían contraprestación alguna comprobable.
Otra de las acusaciones contra Lladós es la instrumentación de subsidios de toda índole, naturaleza, modalidad y monto sin justificación fáctica ni jurídica alguna que no se habrían entregado a nadie. Subsidios que habrían sido confeccionados en blanco, haciendo firmar a cada supuesto beneficiario sumas importantes que nunca habrían recibido o habrían tomado una parte menor de la totalidad del monto estipulado en los documentos.
A Lladós y su gestión también se le adjudica la apropiación de fondos públicos: Importantes sumas de dinero que tenían destino específico para obras que nunca fueron realizadas como la refacción del Edificio Integrador Comunitario de Calabacilla; la Nueva Línea monofásica y subestación transformadora de Colonia Yeruá Norte. Los importes ingresaron al Municipio, pero no existiría registro alguno del destino de los importes de referencia.
La mayor parte de los recursos habrían llegado a través del Fondo Federal Solidario para ser volcados en distintas obras que fueron aprobadas y autorizadas por el Concejo Deliberante de Estancia Grande. Por ejemplo, los ediles autorizaron con fecha 11 de julio de 2012 la adquisición de dos lotes de tierra sobre la Ruta Nacional 14. El lote nunca fue escriturado a nombre del Municipio, sin embargo los fondos fueron egresados. En idéntica fecha, se autorizó al Departamento Ejecutivo utilizar recursos del Fondo Federal Solidario para distintas obras como la Iluminación de Predio Deportivo sobre Avenida Central de Estancia Grande en dos etapas; Modulo sanitario en dos etapas del predio deportivo sobre Avenida Central de Estancia Grande.
Los importes del Fondo Federal Solidario ingresaron y dichas obras nunca se realizaron.
También por Ordenanza se autorizó la utilización de fondos del Fondo Federal Solidario consistente en Iluminación de Playón Deportivo en dos etapas de Calabacilla. Ni el playón ni la iluminación existen.

Otras obras que también se autorizaron por ordenanza y nunca se realizaron a pesar de que los fondos habrían ingresado fueron la iluminación para la senda camino a la Ermita de Calabacilla; la perforación de pozo de agua potable de Yuquerí Chico; La obra de alumbrado del acceso a Estancia Grande, con líneas eléctricas, columnas y la totalidad de las obras necesarias a tales fines; El pago a la Cooperativa Eléctrica de Concordia para la extensión de la línea eléctrica monofásica denominada “La Balanza” de Calabacilla; La construcción en dos etapas del Playón Deportivo en Yuquerí Chico, con construcción de canchas para practicar basquetbol, voleibol y futbol, con cercado perimetral y colocación de cuatro torres de iluminación artificial con reflectores; La
compra de puertas, ventanas, cemento, ladrillo, hierro con destino al plan de refacción y mejoramientos de viviendas sociales; La perforación de pozos para el servicio de agua potable en Estancia Grande; La construcción de desagües pluviales, alcantarillado y obras complementarias, en dos etapas, en Estancia
Grande.
Todos estos datos según los denunciantes provendrían del libro de Ordenanzas del Concejo Deliberante de Estancia Grande.
Cabe volver a señalar la participación de familiares directos del ex Presidente Municipial, Daniel Lladós, en puestos claves de la Municipalidad como la Secretaría de Gobierno, el Concejo Deliberante y la Tesorería.
La parte denunciante también señala la desaparición de documentación de la actividad estatal anterior, así como también la destrucción y quema de papelerío en una zona de Yuquerí Chico de la que dicen contar con numerosos testigos que acreditan haber presenciado el acto que alentaría una seria sospecha respecto de la necesidad de ocultar actividades que la justicia deberá determinar ahora su grado de legalidad o no.