
En abril del año pasado, los productores de citrus realizaron un ‘frutazo’ en Plaza de Mayo. Los productores de peras y manzanas de Neuquén y Río Negro fueron los únicos que se adhirieron a la medida de protesta. “Solamente fueron estas dos entidades del sector de las economías regionales y nadie más. Ellos estaban en una situación similar a la que atraviesa la citricultura. Las cosas iban mal y no había respuestas de nada”, señaló.
La Mesa de Enlace, en esa oportunidad, “ni respondió” al pedido de la Fecier. “Capaz que todos estábamos convencidos de que con Macri nos iba a salvar las papas. Estábamos confiados en que el gobierno de Macri iba a cambiar en algo las cosas: por lo menos en lo económico”, dijo. “Pero la verdad es que fue un desastre: más de lo mismo y terminamos peor de lo que estábamos”, dijo.
El dirigente citrícola reclamó un plan a 10 años que incluya financiamiento a tasas de no más del 7 u 8 % de interés. De esa forma, Argentina volvería a tener un lugar preponderante a nivel internacional respecto de la producción citrícola. De hecho, recalcó que hace 15 años el país era el primer exportador de mandarinas del hemisferio sur. “Hoy ni siquiera existimos. Argentina no existe en exportación de mandarinas que es lo que hacemos en el norte entrerriano. Todos los otros países nos han pasado como Uruguay, Perú y Chile”, indicó.
Grigolatto dijo que los productores del país trasandino tienen un 30 % de presión fiscal contra el 60 % en el caso de los productores locales. “Lo que nos está matando es el costo”, indicó. “Los costos que tenemos hasta en los combustibles es en dólares. De ahí en adelante, todo. Y vendemos todo en el mercado interno en pesos”, recalcó. “Y no compramos los insumos con un dólar a $ 63, compramos con el dólar a $ 80. La verdad es que es lamentable lo que está pasando”, dijo.
Más adelante, el dirigente citrícola señaló que después de dos años de trámites en el Senasa lograron que les entregasen el producto que necesitan para luchar contra la mosca de la fruta en forma gratuita. Y los entregan a los productores sin costo alguno. No obstante, ni siquiera el 50 % de los productores paso a retirarlo. “Es lo mismo que te diga ‘tengo $ 100, pasa a retirarlo’ y vos no vengas”, dijo. La explicación es el abandono de las quintas. “Hay muchos productores que colgaron los guantes”, dijo.
Además de que los costos de producción no ayudan (cómo ejemplo mencionó que vendieron el bin a $ 500 el año pasado), Grigolatto sostuvo que como “broche de oro” recibieron el aumento de los impuestos. “Yo tengo una camioneta 2010, el año pasado pague $ 14.000 de impuestos y ahora me vino la patente más de $ 20.000. Y así todo. Fui a pagar los aportes, tengo gente registrada, me la estoy aguantando pero la verdad es que no sé qué más hacer. Cada vez que voy al contador es cada vez más alto los aportes que tengo que hacer. Y hay muchos productores que ya no saben que hacer. Están ensartados con la Afip, los bancos y no pueden pagar más nada”, expresó.
“Nos sabes los carteles que hay de venta de chacras. Venden las chacras y se van a Chajarí; se van a cualquier lado o ponen un kiosco. Chajarí es la ciudad que más crece en Entre Ríos. Quisiera que te des una vuelta y veas un lunes a la mañana o un viernes que son los días de más movimiento: no anda nadie. Acá no anda la citricultura y están todos muertos. Es así se simple. No trabaja el aserradero, el transporte, los que venden insumos. La cooperativa de citricultores de Chajarí tiene un agroservicio y está en vías de cerrar: hay que achicarse al máximo porque no se vende nada. Nadie compra productos agroquímicos. No alcanza ni para mantener al personal que tenés”, dijo.
“Estamos vendiendo naranjas a $ 200 en el mercado y tenes $ 150 para llevarlas. Es una cosa que no se puede creer. Tengo 47 años y estamos peor que en el 2001”, dijo. De hecho, dijo que tiene un puesto en el Mercado Central de Buenos Aires. “Hablas con un manzanero y tiene exactamente la misma situación que nosotros; el que vende uvas, igual que nosotros o peor”, dijo. Y mencionó que el costo de los aportes patronales es muy alto. “Lo lógico es que tengas cada vez más gente ‘en negro’”, dijo, además.
Por otra parte, señaló que el sector que nunca se achica es el sector político. “La gente ve eso desde hace 30 o 40 años que los políticos crecen cada vez más y no hacen nada por la gente que trabaja. Cuando necesitan plata le meten la mano al bolsillo a la gente. Buscan al que está un poquito mejor para poder rescatar plata. Nunca el sector político se ha achicado”, dijo. “No tengo problemas de trabajar para los jubilados que trabajaron 30 años para los discapacitados que necesitan una pensión, no tengo problemas. Pero no trabajar para gente que no hace nada todo el día o está todo el día tomando mate en la casa o cobrando un plan. Es indignante; es un mal ejemplo para el país”, manifestó.
De hecho, recalcó que los 257 diputados y 72 senadores que tiene el Congreso “está demostrado que en 40 años nunca le sirvió al país”. “Si tuviéramos la mitad, capaz andaríamos mejor”, recalcó.
El vicepresidente de la Fecier dijo que mañana se reúne la comisión directiva y tiene expectativas de poder obtener una audiencia con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, para plantear la difícil situación del sector citrícola.