Asimismo, el concejal vecinalista Luis Castillo, presentó un proyecto basandose en las «protestas» de la comunidad luego que el Municipio pusiera en vigencia la ordenanza de terrenos ociosos y comenzara a aplicar el aumento a la sobretasa de la Tasa General Inmobiliaria (TGI) que, algunos afirman que llega hasta el 500%.
Por su parte, según la concejal Alejandra Leissa, “la ordenanza sancionada en 2018 no tiene un mal objetivo, pero está mal hecha la iniciativa: de tan general que es, termina siendo injusta. Busca que no haya especulación inmobiliaria con el tema de las tierras, pero la ordenanza vigente en la actualidad hace todo lo contrario porque se le termina cobrando lo mismo al que tiene un único terreno que los que tienen muchas tierras”.
El dato es que en Diciembre de 2018 se modificaron las Tasas de recargo por terreno baldío, y se estableció la sobretasa General Inmobiliaria Adicional (Incremento de la Tasa General Inmobiliaria), por 600% a aquellos que cuenten con más de 5000 m2 (la superficie total de titularidad de un mismo propietario se computará en base a los inmuebles que éste posea dentro de los límites de la planta urbana municipal).
Supuestamente y al decir de la concejal, la restricción por superficie no se aplicó y eso habría sido lo que motivó la protesta.
Por su parte el concejal vecinalista presentó un proyecto que, en su Artículo 1º, establece la suspensión «por el plazo de seis (6) meses la entrada en vigencia de los Artículos 1°, 2° y 3° de la Ordenanza N° 12.281/2018». Pero además, contempla también la refacturación del impuesto sin el incremento y si los propietarios de los terrenos abonaron la boleta con el aumento, que dicha diferencia sea imputada a futuros vencimientos.