Como primera medida, Penco dijo que “falta llevar un refugio a la Nebel. Poner baños en la Nébel, poner baños en la Sol, refugios en la Tortuga Alegre, sogas, boyines, la ropa. Eso es lo más grueso”.
Consultado sobre la situación en las playas, Penco mencionó que “Los Sauces es la mejor playa en cuanto a estructura porque hay baños, están hechos los refugios arriba. En Los Sauces se han hecho y Aldo (Álvarez, titular del Ente Costanera) los va a reacomodar al toque: son miradores para que los guardavidas estén cerca del agua”.
En cabio, en la Nébel falta colocar un refugio o mirador. “Tiene que estar en un lugar donde el guardavidas pueda estar viendo la playa y estar protegido en cuanto a lluvias y tormentas”, dijo. En La Tortuga Alegre sucede lo mismo. Penco rescató el diseño de la Asociación de Carpinteros quienes establecieron un modelo que sirve para amparar a los bañeros y para observar la playa. Son los guardavidas quienes deciden donde se debe colocar.
La situación es diferente en el Lago. Hay refugios en diferentes playas: Palmeritas, Sol, Médicos y Pérdices. “En la Península fue el último refugio que se hizo y está completo”, dijo.
Penco recalcó que este año pudieron comprar ocho kayaks y 10 handies con el aporte de los afiliados. El dinero salió de la cuota que aportan los afiliados de donde también sale la cuota de la pileta donde entrenan tres meses, la cuota del médico, la ergometría que costó $ 900 cada una, el seguro para nadar.
“El municipio lo único que tendría que hacer es armar un tráiler para cinco o seis kayaks, que quede en la Comisaría 9º, tendrá que ir el móvil municipal a las 8:30 de la mañana, entregarlos a las playas, y retirarlos a las 7:30 de la tarde”, dijo el titular del Sugara.
Penco es consciente de que hay elementos que, si bien son importantes, su costo supera las posibilidades económicas del municipio. “Veníamos de estar con chiripá, vincha y pluma. Gracias a Dios tenemos el refugio y ahora los kayaks. Es necesario en el Lago una lanchita a motor o una moto de agua, pero creo que en la medida en que se salga de las crisis económica tanto la municipalidad como la Provincia se pueden ir aportando otros elementos”, dijo.
No obstante, antes que una lancha o una moto de agua (al mejor estilo ‘Baywatch’), Penco sostuvo que necesitan los ‘dea’ (desfibriladores) para tener playas ‘cardioprotegidas’ y los detectores de rayos y descargas atmosféricas eléctricas para advertir la cercanía de una tormenta eléctrica de la playa. “Para eso hicimos un curso hace dos años especifico”, dijo. Si lograran los detectores, la playa alcanzaría el status de ‘electroprotegida’.
¿Cómo funciona una playa electroprotegida? ‘Los guardavidas tiene un detector que es cómo un celular que te empieza a marcar desde la luz verde, amarilla, anaranjada y roja cuando tenés los rayos arriba tuyo. Ya 15 minutos antes tenés 60 km a la redonda, tiene la intensidad de la tormenta eléctrica que viene”, indicó. “Tenés tiempo de evacuar a la gente con orden, con tranquilidad, llevarlos a refugios hacer que se metan dentro de los autos”, dijo.
Los costos son mucho más elevados en el caso de los desfibriladores, cuestan US$ 2.000 cada uno, que, en el caso de los detectores de rayos, US$ 70 cada uno. No obstante, Penco dijo lo ideal es que hubiese uno a menos de tres minutos de distancia de cada playa. Por ende, debería haber uno en playa Sol, otro en la Península Soler y otros tres: en La Tortuga, en la Nébel y en los Sauces. Pero también dijo que es consciente del costo y recalcó que se pueden adquirir de a poco año a año.
Otra de las cuestiones a incorporar sería las ambulancias. Penco dijo que se necesita una en la Tortuga y otra en el Perilago con chofer y oxígeno. En el caso de que suceda algo grave, se pueden comunicar de inmediato por intermedio de los handies para llevar a un paciente a Concordia sin pérdida de tiempo. Si acuden al 107, si bien dijo que se ‘saca el sombrero’ debido a la rapidez con que llegaron, no demoran menos de 37 a 45 minutos. “Imposible en menos tiempo. No podés estar esperando que el 107 haga maravillas: van a chocar, se van a matar en la ruta. Va ser peor el remedio que la enfermedad”, sostuvo.
“Está todo pedido por expediente desde hace años. Por eso, decimos que cuando ponemos todos los puntos, no son reclamos de una temporada a la otra y todo el mundo se sorprende y se vuelve loco. Esto lo saben los funcionarios desde hace años”, dijo. Y si bien dijo que el año pasado se gastó mucho en los refugios, y desde el sindicato no lo niegan, también mencionó que se deben avanzar en los otros puntos «que son necesarios”, mencionó.
Si se lograran ambos status al mismo tiempo, las playas aumentan la nota de calificación de la calidad turística. “Cuando el turista va, se fija en los carteles. Es como cuando vas a un hotel y te fijas cuantas estrellas tiene. Esto es lo mismo”, dijo. “Tenes dos notas, dos puntos, para competir con un montón de lugares que no los tienen”, dijo.
“Marcaría una diferencia importante, todo lo que te digo puede ser que haya ambulancias en otras ciudades, pero no tienen detectores de rayos y desconozco si hay deas. Puede que sí o puede que no. Pero sí sé que en todas las playas de Salto (ROU) hay desfibriladores, pero detectores de rayos no tienen”, dijo. “Concordia tiene que crecer y para que crezca, tiene que tener servicios a la altura de lo que se pretende ser”, añadió.