La iniciativa de repudio fue presentada por los concejales Irma Bergalio, Alberto Armanazqui y Carolina Amiano. El mismo expresa el repudio al golpe que trajo consigo “penosas consecuencias sobre las comunidades aborígenes que los pudo poner en un plano de inclusión e igualdad”. Además, pide “velar por el establecimiento de la paz y el llamado inmediato a elecciones, libres y sin prescripciones”.
El concejal Nicolás Moulins (Juntos por el Cambio) dijo que compartía la preocupación por la situación de Bolivia y repudiaba lo sucedido. Pero se encontraba en una ‘encrucijada’ respecto de apoyar el proyecto dado que no coincidía con los considerandos del mismo. “Lo que veo es lo que suele ocurrir cuando partimos de un tema y mezclamos cosas que no deberían ir juntas porque cuando votamos un proyecto votamos todo; los considerandos. Y al votar afirmativamente se entiende que uno acuerda con todo el texto. En este momento no me siento capacitado para hace una evaluación del gobierno de Evo Morales. De todo su extenso gobierno, no me siento capacitado para decir si fue un gobierno bueno o malo o regular. Y el texto incluye afirmaciones de ese gobierno que no estoy en condiciones de validar. Incluye una valoración de otros países que de ningún modo me siento capacitado para juzgar; no sé si una actitud negacionista o qué”.
“Se ha desatado un debate muy típico argentino de palabras. Que si es golpe de Estado; que si no es. Si queremos decir golpe de estado digámosle, no tengo ningún problema. Evidentemente ha habido una interrupción del orden constitucional y democrático. La renuncia no fue por cuestiones de salud o por otras gestiones sino evidentemente por presiones que el mismo contribuyó mucho a generar, pero eso no justifica el accionar de las fuerzas de seguridad bolivianas”, dijo Molins.
“Si hemos aprendido algo los argentinos en este tiempo es que la democracia no se negocia a pesar de las crisis económicas. Dentro del país hemos visto el intento de terminar con el orden institucional de grupos radicalizados en determinadas protestas que acusaban nuestro gobierno nacional de ser la dictadura. Y no he visto un repudio a esas manifestaciones que van encontrar de la Constitución y la democracia”, sostuvo.
“Si algo hemos aprendido es que la democracia no se negocia y un gobierno elegido democráticamente tiene que terminar el mandato así sea el peor de la historia. O ser llevado ante la justicia en un juicio político y a través de las vías legales y constitucionales. Pero nunca a través de la fuerza armada ni de la policía ni de manifestaciones o de la supuesta voluntad popular que no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes”, dijo.
De inmediato, el concejal Daniel Cedro (PJ) sostuvo que en una instancia como la actual comenzar a discutir “eufemismos” y “calificaciones” de un gobierno vecino no tiene mucho sentido. “El gobierno de Evo Morales inició un proceso de igualdad con los pueblos originarios, podemos discutir que la posición ideológica de Moulins es la de discutir cuando se sacan privilegios. Es una cuestión de sentido común”, dijo.
Pero, a renglón seguido, sostuvo que un órgano de la democracia como el Concejo no puede hacer pasar desapercibido un golpe de estado. Y discrepó con Moulins cuando aseveró que Morales había contribuido mucho a su derrocamiento. Por ello dijo que había que dejar de lado los eufemismos. “La realidad es que, si un jefe del Ejército pide una renuncia, si se amotina la policía, que ayer en una sesión bochornosa en el Senado boliviano esta chica Jeanine Añez toma la presidencia del estado cuando la policía no deja entrar al bloque mayoritario en la Legislatura, ¿no sé cómo quieren llamarle?… no jodamos, si es como dijo Moulins, la democracia no se negocia, no se negocia. No empecemos a decir que sí pero no tanto”, sostuvo.
Cedro dijo que no votar el proyecto era justificar las asonadas militares, la rebelión policial. Y recriminó los discursos que ponían en tela de duda lo que sucede en el país vecino por no ser expertos en relaciones internacionales, tal como arguyó la concejal Reta en diálogo con DIARIOJUNIO. “Yo tampoco soy experto en relaciones internacionales; mínimamente leo los diarios y si leo los diarios tengo una opinión. Y si me preocupo en estar informado, tengo una opinión. Y esa opinión tengo que expresarla. Y expresarla en favor de la democracia”, sostuvo.
En ese sentido, Cedro dijo que, en Latinoamérica, algunos personeros que han llegado en elecciones democráticas abogan por la eliminación del sistema democrático. “Es una cuestión de locos ver funcionarios, diputados, senadores que llegaron por la democracia y una vez, en un escaño de la democracia plantean contra la democracia”, dijo. “Lo que paso en Bolivia es que lo que no se doblega a los intereses del norte implican cuestiones de fuerza, y eso son golpes de Estado. En el 60, en el 70, en el 80, en el 2000, 2010 y 2020”.
El texto
El texto señala lo siguiente: “Visto la situación política que atraviesa el hermano país de Bolivia y considerando que, con posterioridad a los procesos electorales bolivianos, los cuestionamientos políticos realizados sobre los mismos encontraban sobre el presidente Evo Morales plena voluntad de diálogo manifestando su decisión de volver a convocar a nuevas elecciones”, se señala.
“Consideramos que esos cuestionamientos son solamente el pretexto para terminar abruptamente con el mayor proceso de crecimiento del país y el desarrollo de un programa de inclusión e igualdad del pueblo y sus olvidadas clases y naciones indígenas”, expresaron.
“La decisión del presidente Evo Morales de presentar la renuncia y la del vicepresidente García Linera tuvo como objetivo evitar persecuciones y represiones de todos aquellos que conformaron esa mayoría que le dio el triunfo a partir del accionar ilegítimo del Ejército y la Policía incitados por el fundamentalista Luis Fernando Camacho”, dijeron.
“Resulta preocupante la actitud negacionista de otros países de Latinoamérica que acompañan los paradigmas de derecha con la honrosa excepción de México que ha dado asilo al presidente Evo Morales”.