Al respecto, Passarello dijo que el calibre 22 es el más vinculado a los hechos delictivos. “En el país, antes de los 70, hubo una proliferación. No solo se fabricaba en el país, sino que era muy común que el inmigrante llegase a la Argentina con un arma de fuego. Y, en los 80 y 90 era un calibre muy recurrente. El registro se hacía en una Comisaría, era diferente a los que es hoy que hay que tener un apto físico y un apto psicológico. Hay que ser un legítimo usuario para poder tener un arma civil”, dijo Passarello.
Passarello explicó a Radio Ciudadana (FM 89.7) que el programa no tuvo demasiada recepción en el barrio Los Pájaros. “Hay cierta desconfianza. ‘¿Qué me pasa si llego a la posta con un arma que no está registrada, no la tengo en regla?’ Dejamos una posta informativa y si aparece algún interesado lo trasladamos de allá hasta acá”, dijo. El otro lugar donde se pueden entregar las armas es el Centro de Convenciones. La mayoría, el 90 %, lo ha realizado en ese sitio.
El programa, además de voluntario, es anónimo. “Se carga el arma en un registro, se verifica si tiene algún pedido de secuestro y automáticamente se dé baja del sistema y se le da a la persona un cupón para que la lo pueda cobrar en un Rapipago a las 24 horas siguientes”, explicó. Si bien la persona no es identificada, se le asigna un número que corresponde con el cupón de pago.
Entre las armas entregadas, había un 9 mm que tenía pedido de secuestro. “Tenía numeración nueva pero no estaba dada de alta”, dijo. En esos casos, con pedidos de secuestro, el arma no se inutiliza. Se conserva tal como llega. Pero no se identifica al portador de la misma. “No queda vinculada la persona con esa arma”, dijo. No obstante, luego se envía el arma a los tribunales que la solicitan.
En Concordia se encuentra Eugenio Cozzi, el coordinador nacional del Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados) ex Renar, a cargo del programa de Entrega voluntaria de Armas.
El Anmac se quedó por espacio de dos semanas. La primera fue para realizar prevención en establecimientos educativos y una campaña fuerte de prevención ciudadana. Luego se irá a Paraná, tras las elecciones. Passarello dijo que tiene intenciones de traerlo nuevamente en noviembre o en enero de 2020.