A pesar de que en la justicia todavía se investiga a Cresto por el delito de “peculado”, causa impulsada por el mismo Asueta según palabras del propio intendente, los opositores se mostraron muy sonrientes este viernes en las instalaciones del ex Frigorífico CAP Yuquerí, en Benito Legerén y en el marco de las gestiones que se vienen realizando para su reapertura. “Revitalizar productivamente el mercado de trabajo de Concordia nos encuentra trabajando del mismo lado, y en mi caso desde el Gobierno Provincial y acompañando las gestiones del intendente Enrique Cresto”, apuntó el líder de Nueva Concordia y aprovechó el escenario ideal para abofetear a un Niez que pretendía unificar votos. “No deben quedar dudas de mi identidad peronista, mi respeto por el resultado electoral y por la Carta Orgánica”, noqueó.
Si bien ahora el ex precandidato aclara que su movimiento Nueva Concordia jugó desde siempre para el Frente Justicialista en las PASO y afirma de manera contundente “que su pertenencia es peronista”, admite por otro lado que “esperaba tener un mayor apoyo electoral de la gente de Cambiemos”. Pero no. “El gorila es gorila y no vota a peronistas”, reflexionó Asueta y agrega: “Salvo en raras excepciones, que no se dieron acá porque sino Niez no podría haber sacado esa cantidad de votos cuando hablamos de alguien que ganas 600 lucas por mes y no hace nada, es muy difícil obtener un voto de ellos”. Creo que mis votos provienen “de mucho peronismo cansado” y “algo del voto independiente”.
“La posibilidad de una tercer opción no logró ser mayoritaria porque viene muy fogoneada incluso desde lo nacional con el tema de la grieta”, explica. “Estábamos para ganar pero no pasó y la realidad es que la diferencia de estructuras con Enrique es enorme, no es fácil ser mayoritario acá. No éramos una tercer opción tibia sino con contenidos contundentes y con el objetivo de empezar a poner en eje muchos temas que por ahí la clase política actual no lo ve y son justamente los temas estructurarles que hacen en definitiva a la planificación urbanística y a la competitividad”, señaló.
Pero lo que ahora parece tan de pertenencia peronista, antes no lo era. Incluso cuando participó en las PASO del 2015 fue bajo el ala del Partido Humanista y tampoco mencionó esa opción en esta oportunidad, por lo que la identidad partidaria del precandidato estaba cada vez menos definida: “Yo de entrada no podía salir a hablar. Tuve que sentarme con la provincia y decir que hice tal aporte y que quería tal posición política. Eso no es de un día para el otro, nadie te regala nada y menos a nosotros que veníamos por un carril que para la clase política estamos desafiando: competimos contra Cresto, contra Urribarri, contra Busti y contra Gustavo (Bordet), todos jugaron del otro lado”, remarcó. “Hubo que lograr primero una posición política y eso llevo tiempo porque tampoco hay que dejar que todo sea espuma, se deben dar pasos sólidos y afianzados”
No obstante, y para finalizar, vale destacar que mientras el representante de Nueva Concordia consolidaba sus pasos en provincia y se paseaba por ambos lados de la grieta, fue cosechando en el camino un tendal de nuevos enemigos que no admiten las medias tintas: por un lado, los antiperonistas y defraudados de Cambiemos que habían visto en él una “tercer opción” (que ahora borró de un plumazo) y por el otro, el acérrimos militante peronista que no le termina de cerrar su manera de identificarse con el partido de la Justicia social. “Yo sé que algunos quieren que me ponga la remera de Evita y otros que hable en contra. Pero a mí no cabe ninguna de esas dos posturas. No soy ni necesito andar comulgando con el peronismo simbólico que en el fondo tiene poco y nada de compromiso real y usa la simbología para esconderse”, desafió el funcionario provincial. “Yo no oculto mi identidad peronistas porque lo soy y porque creo que el proyecto político que necesita el país tiene mas que ver con el peronismo que con cualquier otra tradición”, concluyó.
