Una auditoría para partidas que no alcanzan

“Lo que dice la nota que habla de $ 2 millones por mes es a partir de este año.  O sea que hubo una sola partida y ahora acaba de llegar la segunda partida de $ 2 millones. Pero hasta diciembre pasado estuvimos recibiendo alrededor de $ 1.200.000 cuando el gasto nuestro era de $ 1.600.000”, explicó el director a Radio Ciudadana (FM 89.7).

Libardoni indicó que los medicamentos desde julio del año pasado hasta diciembre subieron de una manera “increíble”. “Muchísimo más que el 100 % y eso influyó directamente en nuestras arcas”, dijo.

Además explicó que, antes el Heras atendía de 3.500 o 4.000 pacientes por mes. Hoy cerca de 10.000. “Todas esas cosas influyen para que tengamos escasez de medicamentos. Comprábamos lo que podíamos”, dijo.

De hecho, dijo que los medicamentos siguen subiendo y necesitan más de $ 2 millones por mes. “También estamos restringidos en las compras porque tenemos una consulta diaria de 250 pacientes en la guardia que se van con sus medicamentos”, señaló. De hecho, en los consultorios externos atienden a casi 300 pacientes todos los días, hasta las 16, quienes también se van con sus medicamentos. Y los fines de semana pasan de 300 a 400 pacientes por la guardia mas los internados y pacientes de diferente servicios como Oftalmología. “Todo eso suma”, dijo.

Por otra parte, dijo que cada vez atienden a más pacientes con obra social. Y, asimismo, sostuvo que atienden no solo a personas domiciliadas en la Zona Sur sino también de las poblaciones aledañas a Concordia, sobre todo en los servicios de Salud Mental y Oftalmología.

Libardoni explicó que no pidieron ninguna auditoria. “Los informes los hacemos mes a mes a Contaduría del ministerio de Salud. Ellos saben perfectamente lo que necesitamos para atender a casi 10.000 personas por mes”, dijo.

 Asimismo, dijo que se sorprendió por la aparición de algunos datos en un medio que eran similares a los que les había transmitido a los responsables del área. No obstante, sostuvo que no sabía de dónde había salido la sospecha de que se hayan realizado maniobras de corrupción. “Es una palabra muy fea”, añadió.

De igual forma, no dudó en señalar  en que no pueden comprar  todo lo que les piden. “Compramos un poco y volvemos a comprar en la semana en la medida en que se van consumiendo los medicamentos. Todo lo que nos piden muchas veces no podemos; es muchísimo dinero”, dijo.

 

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