Los esfuerzos realizados entre el Gobierno de Venezuela y la Unicef han beneficiado a unas 350.000 personas, entre ellas mujeres y niños, quienes han recibido asistencia médica y nutricional.
Asimismo, en cooperación con el Ministerio de Sanidad, se enviaron al país unas 30 toneladas de medicinas y productos sanitarios, con la intención de frenar la propagación de enfermedades y mejorar la salud en las comunidades de menos recursos.
Según Unicef, esos productos se usarán para tratar a unas 25.000 embarazadas, a unos 10.000 recién nacidos y a unos 2.300 niños portadores del VIH.
A través de un programa ampliado por la agencia, 40.000 mujeres embarazadas tiene acceso a pruebas rápidas de VIH y sífilis, mientras que 100.000 embarazadas y niños tienen acceso a tratamiento contra la malaria.