GVA define un tiroteo masivo como un caso en el que cuatro o más personas son asesinadas con armas de fuego en el mismo lugar y al mismo tiempo. Y solo en 2018 se han registrado hasta cuatro de estos actos.
El primero fue en febrero cuando un ex alumno expulsado por indisciplina disparó con un fusil de asalto y le quitó la vida a 17 personas en la escuela secundaria Stoneman Douglas, en Parkland (Florida).
En mayo otro joven estudiante (17 años) asesinó a 10 personas (compañeros y un profesor incluidos) con una escopeta y una pistola.
Hasta 11 personas perdieron la vida en octubre tras un ataque con arma de fuego en una sinagoga en Pittsburgh (Pensilvania).
Un exmarine de 28 años irrumpió armado en un local de las afueras de Los Ángeles donde se celebraba una fiesta universitaria y mató a tiros a 12 personas, en octubre pasado.
El tiroteo del lunes, perpetrado en un hospital de Chicago, ahonda aun más la herida en un país dividido sobre los límites del porte de armas, un derecho constitucional.