(Des)arreglo en el Estado

En un escenario de aceleración de precios por la corrida cambiaria, el personal público, como otros gremios, reabrió la discusión salarial. La primera paritaria de los estatales enrolados en UPCN comenzó a regir en junio, con un bono de 2000 pesos ese mes y un aumento del 15 por ciento, otro 3 por ciento en julio, 6 por ciento en agosto y 3 por ciento en septiembre. La reapertura (o gatillo) estaba prevista para marzo del año próximo. Tras el salto devaluatorio de mitad de año, se reabrió la paritaria a finales de agosto con dos bonos, uno de 2000 pesos que se cobró en octubre y otro de 4000 el mes pasado, y se combinó un aumento de 15 por ciento en el ítem de presentismo. Pese esto, la pérdida del poder adquisitivo en el año fue de 14,4 por ciento, lo que traducido en pesos para compensar la diferencia acumula un rojo de 51.733 pesos, según la estimación del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). En ese momento, se había acordado que las partes volvieran a reunirse en febrero para revisar la posibilidad de nuevos aumentos.

En esta tercera reapertura de la paritaria se sumó un bono de 5000 pesos y un aumento salarial para compensar una parte de la licuación salarial. Para los estatales de UPCN el bono es remunerativo pero no bonificable. Esto implica que el monto se computa para los aportes de Seguridad Social pero no se toma en cuenta para actualizar la antigüedad o el pago del aguinaldo, informaron desde el la jefatura de Gabinete. Otra diferencia con los privados es que el bono se pagará en una sola cuota en diciembre. Junto al bono, el gremio y el Gobierno acordaron un aumento de 5 por ciento con el haber de enero, que se pagará en febrero, y otro 5 por ciento en febrero, que se pagará en marzo.

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