Macri busca tener un fuerte respaldo político que le permita encarar con mayor tranquilidad la última parte de la negociación con el Fondo Monetario y para eso necesita despejar cualquier duda sobre el control político del país. No es menor el tema: los inversores, como vienen haciéndolo desde hace tiempo, quieren saber qué chances tiene Macri de reelegir el año próximo como garantía de que nada cambiará. Algunos peronistas lo entienden, sobre todo mirando su propia interna en la que no aparece un candidato definido aún y con el fantasma de Cristina de Kirchner siempre sobrevolando, y apoyan a Macri en esto, pero no son todos.
La idea es que el proyecto de Presupuesto ingrese a Diputados el viernes, que es el plazo para presentarlo de acuerdo con la normativa y que llegue a la Cámara con consenso de los mandatarios provinciales. Los gobernadores inclusive se reunirán mañana mismo antes de la reunión con Macri. Se encontrarán para unificar posiciones en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) a las 10, mientras que a la tarde los espera el Presidente.
La última reunión de gobernadores en el CFI fue animada por el tucumano Juan Manzur y asistieron Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Lucía Corpacci (Catamarca), Roxana Bertone (Tierra del Fuego), Mariano Arcioni (Chubut), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y los vicegobernadores de Chaco y La Rioja, Daniel Capitanich y Néstor Bosetti.
De la foto que busca el Gobierno mañana, se retiró el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, quien anticipó el fin de semana que toma distancia de esa estampa, lo cual ayer mismo causaba malestar en Cambiemos. El santafesino dijo que las provincias "no somos responsables del déficit nacional y es injusto que las provincias lo paguemos", aludiendo a la necesidad del Gobierno del ajuste para bajar el déficit fiscal.
"Es casi imposible que el Gobierno (provincial) se haga cargo de todos los gastos que va a traspasar Nación. Obligaría a hacer recortes brutales en otras áreas", advirtió Lifschitz y dijo que le preocupaba que "un debate que puede ser razonable no termine siendo un aval de todos los gobernadores a la totalidad del proyecto económico".
"Los gobernadores somos autónomos, en mi caso falta un trecho para la foto con el Gobierno", remarcó el socialista y agregó que "llevamos ya casi tres años de gestión y es difícil adjudicarle todas las responsabilidades de los problemas al Gobierno anterior. Si había problemas para eso se eligió un nuevo Gobierno".