En la página web de la Uner se señala que el propósito del proyecto es “no sólo ampliar las vacantes del nivel medio sino también poner en práctica un modelo institucional y curricular distinto del tradicional que asegure a los adolescentes y jóvenes de la zona mejores oportunidades de permanencia y egreso de la escuela secundaria y de acceso a aprendizajes y experiencias formativas relevantes”.
“El horario escolar de jornada extendida es de 8.30 a 16.00 horas, con puertas abiertas a partir de las 8 horas, con desayuno, almuerzo y merienda en horario escolar. Dentro de ese horario, los estudiantes también asisten a Educación Física y Educación Artística”.
“Para el ciclo superior se prevén dos orientaciones. Corresponden a la modalidad de Educación Técnica: Técnico en Programación (Informática) y Técnico en Industrias de Procesos, ambas con un plan de estudios de 7 años de duración total (3 años para el Ciclo Básico y 4 años para el Ciclo Orientado) y sostendrá la jornada extendida”.
“La cantidad de alumnos para el primer año será de 75 alumnos distribuidos en 3 cursos, si el número de inscriptos supera el cupo se realizará un sorteo entre los aspirantes”.
Marcha contra el ajuste
Gerard remarcó que hay un pronunciado desfinanciamiento de la universidad que genera ciertas dificultadas para funcionar. “Fue una marcha que se decidió luego de una asamblea en la que estaban representados todos los claustros. En realidad, los organizadores son los claustros, nosotros como institución acompañamos este reclamo que consideramos justo”, indicó esta mañana a Radio Ciudadana (FM 89.7).
“El presupuesto se establece en el Congreso de la Nación todos los finales de año”, dijo. Además, explicó que desde el momento en que se aprueba la ley de presupuesto, el ministerio de Educación genera los créditos para las distintas universidades. “Es un compromiso que tiene asumido el ministerio que tiene que enviar los fondos para poder funcionar y así se mueven las universidades. Van devengando mes a mes la plata que es para sueldos y la plata que es para funcionamiento”, dijo.
Se estima que en sueldos se gasta cerca del 85 % del presupuesto y en los restantes consumos el otro 15 %. En el caso de Alimentos, el 86 % se destina a salarios y un 14 % a gastos corrientes. “Hemos tenido una administración muy prolija que nos ha permitido poder trabajar con muchos programas. La mayoría de los programas destinados a investigación y extensión Y todos tiene un destino social muy marcado. Trabajamos muchos con escuelas, con centros barriales. Con proyectos de investigación que tienen algo de transferencia y muchos programas con extensión universitaria Mantenemos todo con esa plata que viene para el mantenimiento de la facultad”, dijo. No obstante, Gerard sostuvo que hay universidades que han sumado mucho personal. “Y eso lo tienen que pagar de los gastos de funcionamiento”, dijo.
El problema es que el dinero destinado a gastos de funcionamiento no llega a tiempo. “Están atrasados. Al mes de julio de este año nos habían enviado recién febrero y estábamos con cuatro meses de atraso. Hoy estamos a dos meses de atraso, pero hay muchos compromisos asumidos. No es que son malas administraciones. Cuando a nosotros nos asignan un dinero, con ese dinero armamos un programa prolijo donde gastamos la plata que nos asignan, no gastamos plata que no tenemos. Y si estamos gastando una plata que nos prometieron y no nos envían, estamos en una situación complicada porque tenemos que ir cerrando programas que tienen este fin”, señaló Gerard.
“Estos programas están vigentes y continúan, pero lo estamos sosteniendo con dinero de la universidad que lo teníamos para otras cosas. Evidentemente que esa plata en algún momento se va a terminar”, acotó.
Gerard sostuvo que la Uner pasó en los últimos ocho años de 11.000 a 18.000 alumnos. Y han realizado un plan de expansión de carreras que significa la expansión de nuevas carreras en lugares donde no están. Por ejemplo, la Uner abrió una tecnicatura de mantenimiento industrial en San Salvador y San José. “Es un programa que quiere llegar a todos los lugares de Entre Ríos y darles la oportunidad a todos los entrerrianos de estudiar una carrera universitaria en forma gratuita y no centrarse en las ciudades cabecera como lo venimos haciendo ahora. Eso era un poco lo que queríamos: que la Uner abarque toda la provincia de Entre Ríos”, indicó.
En concreto, el programa permite a la sede de la universidad en las ciudades cabeceras abrir dos carreras en ciudades vecinas. Concordia eligió San José y San Salvador. No obstante, hoy las tecnicaturas en ambas ciudades, con cuyas municipalidades la Uner firmó convenios, corren riesgo de no abrir.
Además, Gerard recordó que hace 10 años tenían una sola carrera de grado y en la actualidad son dos de grado más cinco tecnicaturas.
.